La construcción fue uno de los sectores más castigados por el COVID-19, pero la zozobra que arrastra en sus niveles de producción se registra antes de la pandemia. 

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el valor de producción de los primeros seis meses del año ascendió a 133,405 millones de pesos, el peor nivel para un primer semestre desde que se tienen registros actualizados (2006).

Además, representó una caída anual de 6.5% en términos reales, con lo que van seis años consecutivos con disminuciones, desde el 2016; previo a esta variación negativa, en el periodo enero-junio del 2020 se dio la contracción más pronunciada de 19.7% anual. 

Lo anterior demuestra que la pandemia solo acentuó la crisis del sector, y que la merma en producción proviene de años atrás.

 

Esta rama económica llegó a ser el cuarto sector más importante del país, con una aportación de 7.6% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional al cierre del 2015, detrás de comercio, manufactura y servicios inmobiliarios y de alquiles de bienes muebles e intangibles. 

Actualmente su aportación es de 6.0% al PIB y bajó a la quinta posición, siendo superada por el sector de transportes, correos y almacenamiento.

Esta merma en construcción se debe principalmente al recorte de inversión pública, pese a grandes obras como el Tren Maya, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y la Refinería de Dos Bocas, y la falta de inversión privada, la inseguridad y las elevadas tasas inflacionarias de materiales. 

 

Inversión pública y privada, con mínimos históricos 

Por sector contratante, los apartados privado y público viven la misma situación: mínimos históricos. La inversión pública aportó 41.2% del total y la privada 58.8% del total.

La obra pública acumuló un valor de 54,977 millones de pesos en el primer semestre del 2021, lo que significó una caída anual de 3.5%, por lo que hiló su tercer descenso, considerando igual lapso de comparación.

Su mayor desplome no fue en los primeros seis meses del 2020 que fue de 14.4% anual, sino en el 2019 con un caída del 19.9%, en el inicio de la administración de Andrés Manuel López Obrador. 

Esto se explica por el comportamiento de la inversión física presupuestaria en los últimos años la cual cayó 8.3% en el primer semestre del año y respecto del mismo periodo de 2020, según cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Los datos sobre el valor de producción de la obra privada no son alentadores, pues sumó 78,428 millones de pesos entre enero y junio, dando un retroceso de 8.6% anual y a precios constantes.

Por tipo de obra, las dos más importantes en la industria de la construcción nacional se contrajeron en el primer semestre del año: edificios industriales, comerciales y de servicios mostraron una reducción anual del 12.9% real; mientras que  vivienda cayó 12.4% anual.

Sin embargo, transporte y urbanización crecieron 15.4% anual, mientras el rubro de refinerías y plantas petroleras, aumentó 81.9%.