Conflicto en Medio Oriente expone dependencia de México a importar gas

Conflicto en Medio Oriente expone dependencia de México a importar gas

Solo en mayo las compras al exterior de este recurso alcanzaron los 1,009.2 millones de pies cúbicos diarios, un incremento del 50.5% respecto al mismo mes del año anterior. 

La fuerte dependencia de México a las importaciones de productos petrolíferos y de gas natural —que genera el 60% de la electricidad—, principalmente desde Estados Unidos, expone al país a tensiones geopolíticas como la ocurrida en Medio Oriente. Uno de los peores escenarios contemplados, aunque aún no se ha materializado, habría sido el cierre del estrecho de Ormuz.

Para poner en perspectiva la magnitud de esta vulnerabilidad, las importaciones cubren más del 70% de la demanda total de gas natural en México. Solo en mayo, las compras al exterior de este recurso alcanzaron los 1,009.2 millones de pies cúbicos diarios (MMpcd), un incremento del 50.5% respecto al mismo mes del año anterior. 

El estrecho de Ormuz es una ruta vital por donde pasa entre el 20 y 25% del crudo mundial. Adrián Calcaneo, vicepresidente de mercados de energía en IHS Market, advirtió que tal bloqueo reduciría significativamente la disponibilidad de petróleo y provocaría un aumento abrupto en los precios internacionales de todos sus derivados.

James Salazar, subdirector de Análisis Económico y Sectorial de CIBanco, coincidió con esta perspectiva, aunque consideró que: “Los incrementos no serían tan fuertes, porque, a diferencia de otras épocas, Estados Unidos cuenta con un gran potencial con toda la estructura que ha hecho del fracking. Podría empezar a bombear más e incluso utilizar parte de sus reservas, lo que pondría un freno a los incrementos en los precios internacionales”.

Medidas de mitigación ante la guerra

Para mitigar los impactos descritos, el gobierno recurre a incentivos fiscales y controles de precios, especialmente en combustibles como la gasolina y el gas LP, pero estas medidas representan una carga adicional para las finanzas públicas. 

La única alternativa, a decir de Adrián Calcaneo, es prepararse mejor, mediante inversión en infraestructura y almacenamiento para enfrentar crisis de corto plazo. También destaca las coberturas financieras como mecanismo un preventivo ante crisis de precios derivadas por guerras o desastres naturales, tal como se hace con el petróleo. 

Por su parte, Salazar comentó que si bien podrían suscitarse escenarios más graves, como ataques a instalaciones petroleras en Estados Unidos, no se espera que ocurran en el corto plazo. Por ahora, el conflicto entre Israel e Irán parece haberse disipado, lo que ha permitido cierta normalización en los mercados. 

La OPEP ha aumentado la oferta y hay una baja demanda debido a la menor actividad económica global. Esto ha ayudado a que los precios internacionales se mantengan bajos

señaló.

Freno interno a la producción de gas natural

Según Fluvio Ruiz Alarcón, analista del sector petrolero y exconsejero independiente de Petróleos Mexicanos (Pemex) señaló que: “Pemex prácticamente produce para el autoconsumo, toda su producción se destina a sus complejos”. Ante este escenario, la producción nacional de gas natural apenas cubre el 25% de la demanda interna, mientras que aproximadamente el 75% restante se satisface mediante importaciones, principalmente a través de gasoductos desde Estados Unidos.

Analistas coincidieron en que, las leyes secundarias propuestas en la reforma energética promulgada en el sexenio de Claudia Sheinbaum, no están enfocadas en incentivar la producción nacional de gas. Al contrario, apuntan a un modelo fiscal que prioriza la extracción de petróleo por encima del gas natural.

Calcaneo afirmó que, a menos de que haya un giro de 180 grados en la política energética —como permitir el fracking y abrir la inversión privada—, no se verán resultados significativos en este sexenio. Además, la extinción de los órganos reguladores y la reciente reforma judicial “le da menos certeza a las inversiones”.

Los expertos señalaron que de cara al futuro, será necesaria la aplicación de reformas fiscales más profundas que permitan una extracción de gas natural más eficiente, sin pérdidas significativas para el Estado.

Ser competitivos en lo que sabemos

En el acumulado del mes de abril, la balanza comercial de productos petroleros mostró una marcada dependencia de las importaciones: se compraron 14,466 millones de dólares, un aumento del 10.5% anual, mientras que las exportaciones cayeron 20%, sumando apenas 7,651 millones de dólares, de acuerdo con datos del INEGI.

A este respecto, Adrián Calcaneo cuestiona la idea de que importar gas o petrolíferos sea algo negativo per se, especialmente cuando resulta más barato que producirlos localmente. Por ejemplo, mientras el gas texano cuesta entre 3 y 4 dólares por MBTU, producir gas en México podría elevar el costo hasta los 10 dólares. 

Creo que lo importante es quitar esta noción de que las importaciones son malas porque son más caras, cuando no necesariamente es el caso. En el caso de las gasolinas y petrolíferos, las refinerías de México están muy mal utilizadas,  mal operadas, entonces la gasolina en términos reales quizás sea mucho más cara que la que se está importando

enfatizó.

También advirtió que la costa y el Golfo de Estados Unidos son mucho más eficientes en la producción de gasolina que las seis refinerías de Pemex en México. Por ello, la verdadera cuestión es la eficiencia y evitar pérdidas al competir en un área, como la refinación, en la que no se tiene ventaja competitiva a nivel global.

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