Rodrigo A. Rosales
Se acerca diciembre y los hogares mexicanos van planeando los platillos que van a degustar en las posadas, fiestas de Navidad y de Fin de Año. Sin embargo, la elevada inflación que se ha vivido en los últimos meses podría frenar el desembolso que realicen para preparar las comidas típicas.
Análisis CEO recopiló los productos del Índice Nacional de Precios al Consumidor del Inegi para realizar un menú tradicional de las familias del país que consta de cinco platillos y las bebidas; mediante promedios, se generaron índices de cada tiempo, con igual peso cada uno, a fin de crear un indicador general: el Índice de la Cena Navideña.
Si se considera el índice desde el primero de enero de este año hasta la primera quincena de noviembre, se puede observar una inflación de 11.23% anual, el nivel más alto desde al menos 2011, fecha que comienza el registro de la mayoría de los productos seleccionados.
En tanto, el índice general nacional de precios al consumidor se ubicó en 6.59% a tasa anual acumulada, el más alto desde el 2000, cuando se ubicó en 7.32%.
Lo anterior significa que la preparación de una cena navideña será la más cara para las familias mexicanas desde el 2011 y de 1.7 veces más que la inflación nacional, tomado en cuenta el efecto estacionario de esa época del año que tiende a elevar los precios y que 60% de la población ocupada en México gana hasta dos salarios mínimos.
¿Qué platillo saldrá más caro?
Para dar una idea de cuánto han aumentado los precios al consumidor, se recopiló la inflación de cada producto que se consume en ciertas cenas para armar un menú.
Por ejemplo, el platillo que mayor aumento tendría sería el atún a la vizcaína, pues la inflación acumulada anual a la primera quincena de noviembre fue de 22.42%, derivado de tasas de doble dígito en chiles frescos, cebolla, jitomate, aceite y atún.
Como segunda opción está el lomo relleno, con un incremento acumulado de precios de 13.72%, cuyos principales productos presentan variaciones de 10.40% (lomo de cerdo) y de 10.99% (carne molida de res).
Otro platillo que no puede faltar en la mesa de los hogares mexicanos es el de los romeritos, que ostenta una inflación de 12.02% y cuyos principales insumos con los mayores incrementos de precios son nopales (29.14%) y camarón (10.75%).
De hecho, el producto con menos impacto en los bolsillos sería la papa (0.94%).
Todo lo anterior se acompañaría con la clásica pasta, que del total de platillos, sería el más barato al exhibir un alza de 6.58% en sus precios.
Y para terminar, el postre más esperado durante todo el año: la ensalada de manzana, con un crecimiento acumulado a los primeros quince días de noviembre de 8.86%, en el cual, su ingrediente estrella, que es la manzana, muestra un incremento de 19.86%.
¿Y las bebidas?
Llama la atención que en el índice de precios al consumidor de bebidas seleccionadas la inflación se colocó en 3.88%, un nivel bajo considerando los resultados nacionales del INPC.
Las bebidas que pesarían menos en las finanzas de las familias por el umbral inflacionario serían la cerveza y el vino de mesa, mientras el mayor impacto se daría por los refrescos envasados y el tequila.
¿Y para los que quieren algo rápido?
Algunas personas prefieren comer algo sencillo y rápido y la mejor opción es comprar alimentos preparados fuera de casa.
Sin embargo, esta opción no sería conveniente por la inflación que ostenta (7.07%) si se compara con la inflación general acumulada a la primera quincena del onceavo mes del presente año (6.59%).
Pero si se prefiere salir en fiestas decembrinas, el efecto inflacionario sería menor como poder de compra respecto al nivel nacional, ya que el incremento acumulado de precios es de 3.57% en centros nocturnos, 5.08% en cantinas y 5.41% en restaurantes.
Aquí te dejamos un breve resumen de las cenas que se consideraron y de la inflación que acumulan a la primera quincena de noviembre.