Surtir la despensa y destinar dinero para el pago de los servicios de la canasta básica de los hogares mexicanos ha resultado en un ejercicio en el que los precios son cada vez más elevados.

El índice de precios de la Canasta de Consumo Mínimo (CCM) que considera 176 productos y servicios fue de 7.15% en octubre y pasó a 8.35% anual en noviembre, lo que significó su nivel más alto desde que tiene registro el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en agosto de 2019. 

La diferencia de esta CCM con el dato de inflación general —que en noviembre llegó a 7.37%, su nivel más alto desde enero de 2001— es que esta última contempla otros productos y servicios que el Coneval no enlista en su canasta alimentaria y no alimentaria. 

Bajo este contexto de encarecimiento, la directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller, explicó que a fin de que las familias no sientan un mayor impacto en su presupuesto, deberán aplicar la sustitución en aquello que consumen.

Cada familia, lo que trata de hacer es que le alcance con el presupuesto que tiene y con una inflación al alza se va reduciendo el número de productos o se tiene que hacer sustitución de uno a otro producto más barato,

dijo Siller en videoconferencia

La analista precisó que los consumidores deberán ser cautelosos porque es posible que la inflación continúe su aceleración y aunque las presiones pueden disminuir el siguiente año no significa que los precios bajen.

“La inflación es como un carro que va por la carretera a 100 km/h y si desacelera y va a 80 km/h, como quiera sigue avanzando”, agregó Siller.

La mayor presión

Detrás del incremento de los precios, los productos que más presionaron a la canasta de consumo mínimo fueron:

  • el jitomate, con un alza mensual de 25.38%;
  • el pollo en 2.77%;
  • la carne de res con 1.70%, y
  • otros chiles frescos, en 30.66%. 

Al cierre de noviembre, el  kilo de jitomate saladet costaba 28.83 pesos; el pollo entero sin cortar, 50.56 pesos el kilo, y la carne de res en canal, 84.74 pesos el kilo, de acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera. 

Por el lado de los servicios, el único que tuvo un mayor incremento fue la electricidad, con un alza mensual de 24.16%. 

A unas semanas de que concluya el año, analistas consultados por Citi estiman que la inflación general cierre en 7.30%, que sería la tasa más alta desde el 2000, cuando se ubicó en 8.96%. 

Con este incremento en la inflación, el mercado está a la expectativa del siguiente movimiento de Banco de México (Banxico) en su tasa de referencia que está en 5.0% y algunos consideran que puede incrementarse en 50 puntos base y no en 25 puntos como lo ha hecho en las últimas cuatro reuniones. 

Prevemos que la inflación vuelva al margen de tolerancia de Banxico hasta el 4T22. Los riesgos para la variable se mantienen elevados, pues el alza en contagios mundial y la aparición de la variante ómicron pueden hacer que los choques de oferta tarden más en diluirse,

escribió en una nota el economista en jefe de Bx+, Alejandro Saldaña