Para algunos miembros de la junta de Gobierno de Banco de México (Banxico), la situación de Petróleos Mexicanos (Pemex) genera incertidumbre sobre el rumbo de su calificación crediticia.
En su minuta de la última reunión de política monetaria uno de los miembros habló sobre el potencial pérdida del grado de inversión de la petrolera, al igual que para la nota soberana del país.
No obstante, otro integrante manifestó que “la prima de riesgo de incumplimiento de dicha empresa ha disminuido sustancialmente debido al apoyo del gobierno federal, a las operaciones de refinanciamiento y recompra de deuda, y al incremento en la producción petrolera”.
La declaración, en tanto, difiere en parte con la opinión de otro miembro, quien señaló que el apoyo presupuestal a Pemex es insostenible y que la atención está centrada en mejorar la capacidad de producción.
Su continua dependencia presupuestal del Gobierno Federal es insostenible,
agregó.
En tanto, un integrante dijo que una agencia calificadora ha reiterado la perspectiva negativa de la calificación de la empresa productiva del Estado.
Agregó que el deterioro del perfil crediticio de Pemex y su percepción de que los gastos de inversión de dicha empresa serán insuficientes para reponer sus reservas de crudo en 2019 y 2020.
Actualmente, la agencia Fitch tiene a Pemex en grado de especulación con una nota crediticia en BB+ desde junio del año pasado y con perspectiva negativa.
La calificación otorgada por Moody’s está en BAA3, el último nivel para perder el grado de inversión de acuerdo con su escala. En tanto, la agencia S&P tiene a Pemex en BBB+, a dos niveles de perder el grado de inversión.
Tanto Moody’s como S&P mantienen en terreno negativo su perspectiva sobre la firma dirigida por Octavio Romero Oropeza.