Durante los primeros cinco meses del año, la actividad industrial del país continuó con el trazo de una tendencia de desaceleración, estimulada principalmente por las contracciones en manufactura y minería.
Sin embargo, obras federales como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico, más el impulso del nearshoring en la edificación de parques industriales, motivaron al sector de la construcción.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la producción industrial de México creció 1.3% a tasa anual durante el periodo enero-mayo de 2024.
Este aumento de la actividad que concentra a la manufactura, construcción, minería y energía eléctrica, significó el peor resultado, para un mismo lapso de comparación, desde 2020 (-13.6%), cuando se dio una crisis sanitaria por el COVID-19.
Para los analistas del Grupo Financiero Base, los riesgos para un desempeño negativo para la actividad industrial incluyen:
- Posible no materialización del gasto presupuestado en el Paquete Económico para obras públicas
- La incertidumbre generada por las próximas elecciones en Estados Unidos
- Las dudas en cuanto a la relación entre el gobierno entrante de Claudia Sheinbaum y el sector privado en México
El motor económico industrial
Pese a este escenario, la construcción siguió como un motor económico, pues en los primeros cinco meses del año presentó un incremento de 12.2% anual, el mayor nivel desde 1996 (12.5%), es decir, en los últimos 28 años.
En su interior, la edificación ascendió 7.9%, la variación más alta en tres años; las obras de ingeniería civil lo hicieron en 32.9%, tercer año al hilo con tasa de doble dígito, y los trabajos especializados para el sector avanzaron 4.6%, la mayor alza desde 2022.
Para el futuro, analistas de Monex estima que un elemento clave será la conclusión de las obras del gobierno actual y los proyectos de la administración de Claudia Sheibaum.
Así como la reactivación en las manufacturas, principalmente ante el impacto del nearshoring, lo cual podría impulsar nuevamente a dicho componente
señala Monex.
Otro sector industrial que creció fue el referente a la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final, con 2.2%.
Pilar quebrado
No obstante, la desaceleración del total de la producción industrial del territorio nacional se debió en gran medida a la contracción que sufrió el conjunto de industrias manufactureras, con una baja de 0.8% en los primeros cinco meses de 2024, la primera desde 2020.
De las 21 grandes industrias consideradas, solamente cinco mostraron aumentos anuales en el periodo de análisis, destacando en la cima la fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón (10.1%).
Por el lado de los desplomes fabriles, sobresale la caída de 2.1% de la elaboración de equipo de transporte, que es la industria más importante de la economía mexicana.
Creemos que algunas ramas se mantendrán altamente dependientes del desempeño de industrias conexas en Estados Unidos. Si bien la actividad en su totalidad en dicho país ha sido relativamente resiliente, el sector en particular ha mostrado cierto estancamiento
indican analistas de Banorte.
Pese a lo anterior, prevén que algunos rubros podrían ganar más terreno a costa de sus pares en China, a la vez que las tensiones comerciales se mantienen al alza; también estiman que otros como el automotriz continúan beneficiándose de una demanda global –y también en Estados Unidos– relativamente robusta.
Minería, en deterioro
Por último, la minería disminuyó 3.6% a tasa anual en los primeros cinco meses del presente año, que representó la primera baja productiva desde la emergencia sanitaria en 2020.
Este comportamiento derivó de las variaciones negativas en extracción de petróleo y gas (5.1%) y en servicios relacionados con la minería (10.2%); mientras la minería de minerales metálicos y no metálicos, excepto petróleo y gas, creció 2.0%, apoyada por el alza en algunos precios de materias primas.
El desempeño de la minería también es preocupante. Asumiendo un crecimiento mensual nulo en junio, la minería registraría una contracción de 0.02% (en el segundo trimestre), que a pesar de no ser tan profunda como en trimestres anteriores, sería el quinto trimestre consecutivo de disminución
proyectaron analistas de Banco Base.
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