En 2021, Petróleos Mexicanos (Pemex) debería tener un año menos dramático que el 2020, principalmente por el aumento en los precios del crudo, lo que le generaría mayores ingresos, según un análisis realizado por Bank of America (BofA).
Sin embargo, la petrolera aún enfrenta importantes retos como los impuestos, los niveles de producción, inversiones de capital limitadas, altos niveles de deuda y una débil utilización de la capacidad en sus refinerías.
Creemos que el modelo de negocio de la compañía es insostenible a largo plazo, no vemos un catalizador para un cambio importante en el próximo año, y ciertamente no antes de las elecciones de mitad de periodo que se celebrarán en junio de 2021,
dijo BofA en un reporte.
El banco recordó que la producción de Pemex no ha podido recuperarse de las caídas registradas a mediados de año, cuando el bombeo se redujo para cumplir con los recortes de producción de la OPEP+. México bajó la producción de 1.781 millones de barriles diarios (mbd) en marzo a 1.681 mbd en mayo y junio.
Para 2021, Pemex dice que la producción será 1.850 millones de barriles diarios, pero esa cifra puede ser ajustada a la baja dados los niveles actuales, según BofA, que anticipa que la producción quede en 1.7 mbd.
Además, la petrolera requiere aún más el apoyo del gobierno federal para el negocio de exploración y producción y para 2021 necesitaría entre 8,000 y 9,000 millones de dólares adicionales.
En nuestra opinión, la forma más sencilla de proporcionar financiación adicional es mediante la reducción de los impuestos a la producción,
agregó BofA
Sobre la nota crediticia, dijo que es probable que se mantengan sin cambios, a menos que S&P rebaje la calificación de México del ‘BBB’ que actualmente tiene.
En la escala de S&P, Pemex también tiene una calificación ‘BBB’, con lo que está a dos niveles de perder el grado de inversión.
Mientras que con Moody’s la nota es ‘BA2’, dos niveles abajo del grado de inversión y con Fitch Ratings es ‘BB-’, tres escalones abajo del grado de inversión.