La decisión del Banco de México de reducir la tasa de referencia en solo 25 puntos base fue percibida como un movimiento poco agresivo, debido a que el organismo autónomo espera más estímulos por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para reactivar la economía, que se ha visto mermada por la pandemia del COVID-19.
Parecería que de manera indirecta se está haciendo una invitación a que en la parte de política fiscal también se hagan los ajustes necesarios, desde la política monetaria se han hecho medidas, pero de la parte fiscal no se han dado medidas contracíclicas,
dijo Gabriella Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco Base.
La Junta de Gobierno del banco central decidió de manera unánime reducir la Tasa de Interés Interbancaria a un día en 4.25%, la más baja desde septiembre del 2016. Este ajuste implica el undécimo desde que tomó posesión el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, cuando la tasa se ubicaba en 8.25%.
La decisión del banco central fue menos agresiva comparada con la reunión anterior, cuando redujeron en 50 puntos base la tasa de interés, al pasarla de 6.0% a 5.50%, consideró Janneth Quiroz, subdirectora de análisis económico de Monex.
“En varios comunicados el banco central habla sobre esta necesidad de que existan más medidas contracíclicas en la parte fiscal, sin embargo, no se ha anunciado algún programa de estímulos fiscales masivo como en otros países y parece complicado que se realice”, expuso Quiroz.
El Paquete Económico 2021 no incluye medidas contracíclas que puedan acelerar la recuperación económica y esto es preocupante porque los ingresos tributarios serán menores y los fondos de ahorro se están agotando, agregó.
Ambas especialistas coinciden en que la reducción de 25 puntos base era previsible y podría mantenerse así al cierre del 2020, pero si la inflación se eleva más del 4.20%, Banxico podría realizar otro ajuste el próximo 12 de noviembre.
Hay espacio para seguir recortando 25 puntos base en este año y el siguiente año hasta un punto porcentual para quedar en 3%, pero nos llevaría a una tasa de interés negativa en términos reales, lo que para los capitales golondrinos es negativo, pero para la recuperación económica y la inversión fija es positiva,
comentó Siller.
La propagación del coronavirus en el mundo y el efecto que está teniendo en todas las economías, incluida la de México, hizo que Banxico realizara diversas acciones, entre ellas una inyección de 750,000 millones de pesos a las instituciones bancarias para que presten dinero a las pequeñas y medianas empresas.
Banxico ha decidido propiciar un mayor otorgamiento de crédito a la micro, pequeñas y medianas empresas, así como personas físicas, mediante una mayor provisiòn de liquidez a instituciones bancarias.
— Jonathan Heath (@JonathanHeath54) April 21, 2020
Se requiere mayor participación del Estado
La Secretaría Hacienda se ha enfocado más en hacer transferencias y modificar algunas regulaciones a través de la Comisión Nacional Bancaria de Valores (CNBV) para que las personas tengan acceso a créditos y tengan un periodo flexible para pagarlos, pero esto tiene un impacto mínimo en la economía, comentó Leticia Armenta, economista del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
Cuando un país vive una crisis económica, lo que se recomienda es aplicar políticas contracíclicas a través de un mayor gasto en inversión de infraestructura, pero lo que se está haciendo desde el gobierno es todo lo contrario, indicó Armenta.
El gobierno a partir de su gasto puede generar un efecto multiplicador sobre el resto de la economía, es decir, si gasta en inversión apoya al crecimiento de la economía, el empleo y el consumo,
expuso la economista del ITESM.
Si bien Banxico puede seguir reduciendo la tasa de referencia y beneficiar a la inversión, el efecto sobre la economía no es directo, se podría tardar hasta 18 meses para que se vea un impacto, agregó Siller de Banco Base.