Ante un panorama de desaceleración económica a nivel global derivado del brote de coronavirus y la guerra de petroprecios, Bank of America Merril Lynch (BofA) se convirtió en el primero que pronostica una contracción de la economía mexicana en 2020. 

El banco recortó desde una ligera expansión de 0.5% a una contracción de 0.1% para este año en el Producto Interno Bruto, la segunda consecutiva después de la caída de 0.1% en 2019.

Carlos Capistrán, economista en jefe de Bank of America, considera que la economía global no está sana, pues cuando lo está el crecimiento es superior a 3%, algo que no sucederá este año, luego que en los primeros meses la actividad se ha visto afectada por el COVID-19.

Estamos teniendo dos choques fuertes a nivel global, el primero es el del virus y ese es un choque que ha disminuido la oferta de productos a nivel global y está parando las cadenas de producción,

indicó Capistrán en entrevista en El Heraldo radio este miércoles.  

El martes, BofA redujo su previsión de crecimiento de la economía mundial a 2.2% desde 2.8%. 

El otro choque que se detona después del virus es la guerra de precios que tenemos en el mercado internacional de petróleo (…) en ese sentido también creemos que se van a quedar abajo por un rato,

agregó Capistrán. 

Este miércoles, el WTI perdió 4.54% para venderse en 32.80 dólares, mientras el Brent cayó 4.24% a 35.64 dólares, de acuerdo con datos de Bloomberg. 

Según Capistrán el Brent podría cotizarse en 20 dólares durante las próximas semanas.

Mientras que la Mezcla Mexicana de Exportación (MME) cerró el martes con un alza de 12% a 27.4 dólares. En ese sentido, BofA prevé que está en riesgo de sufrir un recorte la nota crediticia de Pemex. 

“Las finanzas públicas y Pemex están expuestos a menores precios del petróleo lo que incrementa el riesgo de recortes en las calificaciones crediticias, que aumenta la incertidumbre en la economía, reduce las capacidades fiscales y limita la inversión”, según BofA.

Actualmente, solo Fitch Ratings tiene en grado especulativo la calificación de Pemex en BB+, mientras que Moody’s dijo la semana pasada que no habrá un cambio al menos hasta mediados de este año.

Tanto Fitch Ratings como Moody’s y S&P tienen en perspectiva negativa la calificación de la firma que dirige Octavio Romero.