El Banco Mundial ajustó su pronóstico de contracción económica para México, como parte de un documento en el que estima que Latinoamérica y el Caribe sufrirán “el peor impacto económico y en salud” en todo el mundo por la pandemia de COVID-19. Según el documento publicado este viernes, el PIB de México caerá un 10% y el PIB regional un 7.9% en 2020.

“Nuestra región soporta el peor impacto económico y en salud debido a la pandemia de COVID-19 de todo el mundo”, dijo el vicepresidente del Banco Mundial para la región, Carlos Felipe Jaramillo.

Después del golpe, Latinoamérica esperan una recuperación con un crecimiento estimado de 4% en 2021.

Este informe muestra un panorama levemente más negativo para este año que en las previsiones hechas por la entidad en junio, cuando calculó una contracción de 7.2% en 2020. El ajuste al pronóstico de México también resultó pesimista, al pasar de 7.5% a 10%.

Estos datos no contemplan a Venezuela, un país en aguda recesión desde hace varios años y con una crisis política y un gobierno desconocido por más de 50 países.

En su informe “El costo de mantenerse sano“, el Banco aborda el golpe de la pandemia en una región con países muy poblados y con altas tasas de mortalidad y de contagios como Brasil, México y Perú.

“En Latinoamérica y el Caribe el número de muertos por millones de personas es tan alto como en las economías avanzadas, si no más, pero los recursos disponibles para hacer frente al golpe son mucho más restringidos”.

Señalan que la crisis llegó al continente americano luego de varios años de crecimiento “decepcionante y de progresos limitados” en los indicadores sociales.

El BM alertó que “el daño social es inmenso” y que las tasas de desempleo han subido en la región, a veces de forma sustantiva.

Apuntan que, por lo menos en 13 países, el porcentaje de hogares que sufrió un declive en sus ingresos es más alto que quienes experimentaron una pérdida de empleo, según una encuesta realizada por la entidad.

Los economistas del BM apuntan además que en cinco países una gran cantidad de personas dijeron estar atrasados en sus pagos o pensar que pueden tener dificultades para cumplir sus compromisos.

Para el Banco Mundial, esto sugiere que el impacto de la crisis no sólo será “severo” sino “potencialmente duradero”.