Banco de México recortó su pronóstico de crecimiento para 2019, al mismo tiempo que subió ligeramente su expectativa para la inflación.

Para este año Banxico recortó su pronóstico a un rango de 0.8 a 1.8% desde un rango de 1.1 a 2.1%, de acuerdo con el informe trimestral de inflación correspondiente a enero-marzo de 2019. Esto es, un punto medio de 1.3% desde un previo de 1.6%.

No obstante, los integrantes de la Junta de Gobierno, descartaron ver una recesión económica y aclararon que, el ajuste se debe a la desaceleración que tuvo la actividad económica en el primer trimestre, derivado de factores transitorios como el desabasto de gasolina, por lo que esperan una aceleración de la economía en la segunda mitad del año.

Lo que Banxico ve fue una desaceleración pronunciada en el primer trimestre y anticipamos que la actividad se incremente. Hay riesgos y, predomina el balance de riesgos a la baja pero el escenario central del Banco es que se acelere

comentó en conferencia de prensa, Alejandro Díaz de León, gobernador de Banxico.  

El reporte destaca diversos riesgos internos y externos como los temores a mayores tensiones comerciales en el mundo, así como una mayor incertidumbre interna que afecte a la inversión y el consumo.

“Ha subido de tono la narrativa en ambos lados (en la guerra comercial) y tiene por efecto un movimiento de flujos hacia los activos de menor riesgo e implica presión para los activos de economía emergentes”, dijo Díaz de León.

Entre otros riesgos están: que se observe un deterioro en la calificación de la deuda de Pemex o en la del país y que se presenten nuevas afectaciones a la producción o distribución de bienes y servicios.

En este sentido, respecto a los comentarios del jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, quien descarta una recesión e incluso dijo que “les puesto 20 a 1 que no va a haber recesión o a 100 ¿quién me la toma?”, los miembros de la Junta de Gobierno parecieron coincidir.

“Si me hacen apostar de 100 a 1 suena muy interesante. No veo una recesión”, dijo el subgobernador Jonathan Heath.

Comentó que, una recesión va más allá del concepto técnico de dos trimestres consecutivos de caídas en la actividad económica e implica una caída generalizada, incluso en los mercados laborales.

Heath indicó que fue invitado por el INEGI para iniciar pláticas para la conformación de un posible grupo técnico que analice los ciclos económicos y la primera reunión será el próximo 13 de junio, aunque aclaró que aún está en su fase exploratoria.

Para la inflación, el banco central ajustó al alza “por mayores previsiones para los precios de los energéticos y por los aumentos recientes en la inflación subyacente, en particular, alzas mayores a las previstas de los precios de algunos servicios”

Para todo 2019, prevé una tasa promedio de 4% desde un estimado previo de 3.9%.

Por otro lado, respecto a las críticas que ha generado la elevada tasa de interés de Banxico (8.25%) y el posible freno que pueda implicar para la actividad económica, Díaz de León indicó que aunque la economía global se encuentra en una fase de desaceleración y baja inflación, el caso de México es un tanto diferente.

“La mexicana está en la fase final de un proceso de ajuste muy importante que dio lugar a una depreciación del tipo de cambio real considerable y, que dio junto con otros incrementos de precios en 2017 lugar que la inflación llegara a niveles que no se habían registrado desde mayo de 2001, cuando la meta no era de 3%, era de 6.5%”.

“Es importante ver el proceso por el que ha venido la economía mexicana, los choques que ha enfrentado (…) Un común denominador de la Junta es que tenemos que ser cautelosos y que tenemos que evaluar las cosas, la información más reciente como se vaya materializando”, comentó Díaz de León.