La balanza comercial de México cerró 2024 en “números rojos”, pues además del déficit registrado, tanto las exportaciones como las importaciones se contrajeron, señal de un menor flujo de intercambio internacional por la debilidad externa y mayores disrupciones a nivel global.
De acuerdo con datos desestacionalizados de Banco de México (Banxico), la balanza comercial del país presentó un saldo negativo de 684 millones de dólares durante diciembre pasado, siendo el segundo mes consecutivo con déficit.
Esto resultó de la diferencia entre exportaciones, por 51,418 millones de dólares, e importaciones, por 52,102 millones. En el primer caso se dio una disminución mensual de 2.28%, la segunda baja al hilo.
En términos generales, el fin de año trajo algunos retos para el comercio internacional, con tensiones laborales en puertos de Estados Unidos, restricciones climáticas (por ejemplo, Canal de Panamá) e incrementos en los precios de fletes marítimos
manifestaron analistas de Banorte
Resultados mixtos en la balanza comercial
Dentro de las ventas al exterior, las petroleras cayeron 4.52% y las no petroleras lo hicieron en 2.17%. En estas últimas los resultados fueron mixtos; del lado positivo, avanzaron 1.26% las exportaciones agropecuarias y 17.85% las extractivas.
No obstante, al interior de las ventas manufactureras, las cuales retrocedieron 2.71% y aportaron 90% del total de exportaciones, la industria automotriz obtuvo un desplome de 5.91%, la segunda contracción seguida y el peor nivel en los últimos 11 meses.
La importancia del rubro automotriz, con una tercera parte de las exportaciones totales, radica en que el dinamismo global en este sector se refleja en la demanda por autos ensamblados y autopartes mexicanas.
En este sentido, los pronósticos para 2025 del sector son reservados, ante expectativas negativas sobre la política arancelaria que tomará finalmente Donald Trump, empeñando el desempeño de dicho mercado en Estados Unidos.
Demanda interna, en duda
Las importaciones mexicanas registraron una caída de 2.26% a tasa mensual durante diciembre pasado, después de dos alzas consecutivas, expresando una debilidad en la demanda interna.
Por tipo de bienes, los tres se desplomaron. En las compras al exterior correspondientes a consumo fue de 5.21%, que se da en el marco de una mayor depreciación del peso frente al dólar y la pérdida de poder adquisitivo.
En tanto, las importaciones de bienes de capital disminuyeron 2.75%, pero después de una racha positiva de dos meses con aumentos, manifestando una menor inversión relacionada con la relocalización de las cadenas globales de suministro.
Además, las importaciones de bienes de uso intermedio descendieron 1.65%, posterior a dos ascensos, poniendo en evidencia el deterioro de la actividad manufacturera del país.
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