Tras cuatro años de superávit primario, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador prevé que para el cierre de este año y el siguiente se registre un déficit en el balance primario, de acuerdo con los Criterios Generales de Política Económica 2021 (CGPE).
El documento presentado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) estima que el déficit primario ascienda a 107,300 millones de pesos este año y para el siguiente sea un déficit de 83,600 millones de pesos.
Desde 2009 hasta 2016, el gobierno no había registrado un déficit primario, cuyo fenómeno ocurre cuando los gastos del gobierno, sin considerar el pago de intereses de la deuda, son mayores a sus ingresos.
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Durante 2017, el gobierno de Enrique Peña Nieto registró el primer balance positivo con un superávit de más de 300,000 millones de pesos, especialmente por el remanente de operación que recibió el gobierno por parte de Banco de México.
Esta meta se mantuvo en el último año de su gobierno para enviar una señal de que se mantenía la estabilidad de las finanzas públicas, pese al alto endeudamiento al que incurrió Peña Nieto.
Con López Obrador se decidió apostar por la misma estrategia y se mantuvo un superávit en el primer año de gobierno (2019) y también en 2020, en plena crisis por la pandemia del COVID-19.
Sacrifican superávit primario por proyectos insignia
El discurso del gobierno por mantener el superávit quedó a un lado para dar prioridad a los proyectos insignia como el Tren Maya, la refinería en Dos Bocas y el aeropuerto en Santa Lucía, dijo el profesor de Economía de la FES Aragón, Román Moreno.
Sin embargo, habrá que estar atentos si estos logran dinamizar la economía y no tenga un efecto contrario en las finanzas públicas, apuntó el economista.
Estar muy al pendiente si esas estimaciones realmente logran cumplirse y no generar un efecto que sea contrario y pueda comenzar a tener una incidencia mayor en cuanto al déficit presupuestal del gobierno federal
dijo Moreno
Como proporción del PIB, el déficit de 2021 sería de 0.4% y en 2022, de 0.3%. Dentro de los Pre-Criterios presentados en abril, se estimaba un balance primario de 0% este año y de 0.4% el siguiente.
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La dependencia a cargo de Rogelio Ramírez de la O expuso que el déficit primario solo será este año y el siguiente, pues a partir de 2023 sería un superávit primario hasta llegar a 0.8% como proporción del PIB en 2027.
“Pese a que se mantiene en la línea de la búsqueda de sanear las finanzas públicas y mantener el equilibrio presupuestal, lo que estamos observando para 2022 es una transición en el discurso dado que no pudieron cumplir sus compromisos en materia fiscal y financiera”, planteó el académico.
Ingresos presupuestarios, la clave
Un gobierno registra un superávit primario cuando “los ingresos presupuestarios se encuentran por encima del nivel requerido para cubrir el gasto público, sin considerar el costo de la deuda”, de acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Otra forma de lograr un superávit primario es cuando los ingresos no son suficientes para cubrir el gasto; sin embargo, se incurre en un recorte o subejercicio del gasto público para ajustar el presupuesto a los ingresos y así conseguir un balance primario superavitario, remarcó el Centro.
Hacienda estima que para el 2022, los ingresos presupuestarios 6.172 billones de pesos, un alza de 7.5% más que lo aprobado en el Paquete Económico 2021. Mientras que el gasto público será por 7.04 billones de pesos, un crecimiento de 8.6%, en términos reales y respecto del 2021.
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Los ingresos fueron estimados utilizando variables de un marco macroeconómico realista y calibrado con la mayor información disponible al momento,
dijo Ramírez de la O en la entrega del Paquete Económico 2022
Ramírez de la O destacó que la iniciativa de Ley de Ingresos es distinta a las demás, pues no contempla nuevos impuestos ni la creación de otros y para ello la gran apuesta del gobierno de AMLO es la puesta en marcha del nuevo régimen de confianza para el cobro de impuestos.