Luego del recorte a la tasa de interés por parte de Banco de México (Banxico) en su reunión de marzo, el sentimiento apuntaba al inicio de un ciclo bajista; sin embargo, los subgobernadores de la organización han dejado en claro que eso no sucederá.
La subgobernadora Irene Espinosa apuntó, durante una entrevista con Bloomberg, que aún es demasiado pronto para hablar de un ciclo de flexibilización prolongado para la política monetaria que se ha mantenido restrictiva desde 2021.
En su reunión de marzo, la Junta de Gobierno del banco central apostó por una reducción de 25 puntos base a la tasa de interés para ubicarla en 11.00%, situación que estuvo en línea con lo esperado por el mercado. Sin embargo, la decisión no fue unánime, ya que Espinosa votó en contra del ajuste a la baja.
La propia gobernadora Victoria Rodríguez Ceja ha reiterado que los futuros ajustes se darán de forma gradual y se irán tomando uno a uno, según la información disponible en el momento. Esto deja en la mesa una pausa para un nuevo recorte en la reunión de mayo.
Desafíos para la tasa de interés
En las actas de la última reunión, las autoridades expresaron su preocupación por una economía interna resistente y la inflación, especialmente en el sector de servicios. Dados estos riesgos, los miembros pidieron pequeños ajustes y advirtieron contra reducciones rápidas en el futuro.
Al respecto, la subgobernadora dijo en las actas que la política monetaria enfrenta desafíos adicionales, incluidas presiones de aumentos salariales y una política fiscal expansiva.
Espinosa también apuntó que están siguiendo de cerca las determinaciones de la Reserva Federal (Fed), pero eso no quiere decir que las decisiones de Banxico dependerán de las del banco central estadounidense.
Pemex, una problema para la economía
Durante un evento organizado por el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), Espinosa recordó que durante la actual administración se le ha otorgado una gran cantidad de recursos a Petróleos Mexicanos (Pemex) sin que exista un cambio en su modelo de negocio o gobernanza.
Es una preocupación enorme que puede afectar la sostenibilidad fiscal, que puede afectar las calificaciones soberanas y que afectaría en general los costos de financiamiento y a toda la economía mexicana
señaló.
Debido a lo anterior, la economista destacó que Pemex debe ser una de las principales prioridades a resolver por parte de la próxima administración.
La cantidad de recursos que recibió Pemex en los últimos dos años es enorme. Entonces, si pensamos en que el año que viene volver a la consolidación fiscal y que Pemex no haya cambiado su modelo de negocio, entonces la necesidad no sólo continuará sino que aumentará
finalizó la representante de Banxico.
Con información de Bloomberg
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