Una de las cartas que el candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, ha jugado para ganar adeptos es la imposición de aranceles a ciertos productos provenientes de otras naciones; sin embargo, esto podría jugar en contra de la economía estadounidense.
El presidente del grupo de defensa Farmers for Free Trade, Bob Hemesath, señaló que cuando la Unión Americana apuesta por la imposición de aranceles normalmente surgen represalias que afectan a los productos agrícolas estadounidenses.
Asimismo, una serie de especialistas han apuntado que los planes del magnate en caso de ganar las elecciones de este 5 de noviembre avivarían la inflación, provocarían el colapso de la relación comercial Estados Unidos-China, traería represalias y reordenaría la cadena de suministro.
De acuerdo con un estudio recientemente realizado por la Asociación Nacional de Productores de Maíz y la Asociación Estadounidense de Soja, una nueva guerra comercial con China llevaría a registrar pérdidas profundas en las exportaciones de cultivos.
El cobro de aranceles también podría llevar al gigante asiático a consolidar sus exportaciones hacia países como Brasil y Argentina. Además de reducir los precios internos ya de por sí deprimidos.
¿Quiénes pagarán los aranceles de Donald Trump?
Donald Trump, quien se encuentra en una carrera reñida con Kamala Harris por ocupar la Casa Blanca, ha calificado a los aranceles como “la palabra más hermosa del mundo” y ha dicho que con ese plan reconstruirá la base manufacturera estadounidense para aumentar los empleos y los ingresos del país.
Los economistas coinciden en que de forma universal los aranceles son pagados por las empresas que importan los productos y posteriormente son trasladados a los consumidores o se resignan a obtener menores ganancias.
Si se impusieran en su totalidad los aranceles propuestos por Donald Trump, los niveles arancelarios promedio efectivos de Estados Unidos se elevarían a 17.7%, el más alto desde 1934, según los datos de Tax Foundation, con tendencia política conservadora.
Con información de Reuters
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