Las menores expectativas sobre la economía mexicana y el impacto que genera sobre los ingresos tributarios, provocarán que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador cierre el 2022 con el déficit público más alto que se haya registrado en al menos los últimos 32 años.
De acuerdo con los Precriterios Generales de Política Económica 2023, en un inicio, la Secretaría de Hacienda estimaba que los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) —la medida más amplia del déficit— se ubicara en 3.5% del PIB, pero ahora prevé que cierre en 3.7% del PIB.
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Este nivel de déficit como porcentaje del PIB no se ha observado desde al menos 1990, año hasta donde tiene registro Hacienda. El nivel más alto se observó en 2015 en el gobierno de Enrique Peña Nieto, cuando los RFSP representaron 3.4% del PIB.
Para Jorge Gordillo Arias, director de análisis económico de CIBanco, llama la atención que Hacienda esté contemplando un mayor nivel de déficit (de 3.5% a 3.7% del PIB) y que el nivel de la deuda total del país (Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público) lo esté bajando de 51% a 49.6% del PIB.
Es curioso que con este nivel de déficit, Hacienda esté considerando que su nivel de deuda puede llegar a bajar y estar en menos del 50% del PIB. Eso significa que está anticipando alguna corrección o cambio de estructura de la deuda.
dijo Gordillo
En términos absolutos, el desbalance del sector financiero será por 1 billón 74,645.3 millones de pesos corrientes, lo que representa el monto más alto desde 1990, año hasta donde tiene registro la dependencia a cargo de Rogelio Ramírez de la O.
Déficit podría llegar al 5% del PIB
La incertidumbre económica que genera el conflicto bélico en Europa del Este mantendrá los incrementos en los precios del petróleo, y a su vez, que el gobierno mexicano continúe tanto con los estímulos fiscales como con los subsidios a la gasolina.
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Esta situación provoca que el gobierno tenga poco certidumbre sobre los ingresos tributarios, pues no solo está dejando de recaudar del IEPS, sino también del IVA y el ISR.
Además, mientras continúe la compleja situación entre Rusia y Ucrania, es incierto el tiempo que el gobierno mexicano mantendrá el apoyo a los combustibles.
Lo que me preocupa más es que no creo que quede en 3.7%, en mis cuentas veo al cierre del 2022 un déficit mucho más cerca a 5% del PIB
dijo Héctor Villarreal, profesor e investigador de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey
Para Villarreal, otra presión que tendrá el gobierno es precisamente el aumento de gastos como el costo financiero de la deuda con el aumento de la tasa de referencia y el pago de pensiones, que cada año se está elevando de manera significativa.
Si bien las calificadoras pueden reconocer que el gobierno mexicano no se está endeudando como porcentaje del PIB, al final tendrán que explicar qué sucederá con esos cinco puntos del PIB que se observe en su balance financiero, apuntó el economista.