El presidente Andrés Manuel López Obrador salió al paso de la versión de que México está en una recesión técnica.
El mandatario afirmó este viernes que ha mejorado la distribución del ingreso en lo que va de su administración, a pesar de la debilidad económica registrada en el primer trimestre del año.
“No tengo la menor duda de que haya una disminución en la tasa de crecimiento, pero está aumentando el nivel de desarrollo porque hay una mejor distribución del ingreso”, declaró en su conferencia matutina.
Al recordar la diferencia entre crecimiento económico y desarrollo, el Ejecutivo federal reiteró que su gobierno busca un crecimiento con bienestar.
“En el periodo neoliberal ni hubo crecimiento ni distribución de riqueza, lo poco que creció la economía se concentró en una cuentas manos”, afirmó.
Sostuvo que hay tres factores importantes para un buen manejo de la economía: una moneda estable y fuerte, una inflación controlada y crecimiento.
“No veo amenaza de recesión. ¿Por qué no dicen que el peso es la moneda que más se ha fortalecido en el mundo en relación con el dólar en este tiempo, por qué no dicen que hay menos inflación que antes?”, reprochó el presidente.
Ayer se dio a conocer que un análisis de la correduría Bank of America-Merrill Lynch ubica ya a la economía mexicana en una recesión técnica.
Sin embargo, determinar si existe una recesión no es sencillo. En una colaboración reciente para el medio Animal Político, el subgobernador de Banco de México, Jonathan Heath, recordó la definición clásica:
“Una recesión clásica, tal como lo definió el Buró Nacional de Investigación Económica (NBER) en Estados Unidos hace casi 100 años, se define como una contracción generalizada en la actividad económica, que se extiende a los mercados laborales y cuya duración sea de por lo menos seis meses”.
Bank of America-Merrill Lynch prevé que la economía mexicana se contrajo 0.4% en el segundo trimestre del año, lo que sumado a la contracción de 0.2% del primer trimestre arrojaría una recesión de acuerdo a esa definición clásica (o técnica).
Heath no obstante expuso que desafortunadamente una recesión no se observa directamente mediante algún indicador en particular, por lo que ante la ambigüedad de su determinación, el Inegi construyó varios índices, pero se requiere tiempo para llegar a una conclusión.
“Tenemos suficiente evidencia para iniciar la discusión, pero insuficiente para llegar a una conclusión”, sostuvo en su colaboración.
El 31 de julio el Inegi dará a conocer los datos preliminares del Producto Interno Bruto del segundo trimestre, y será hasta el 23 de agosto cuando publique las cifras definitivas.