Los primeros cinco años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) han sido marcados principalmente por la pandemia de COVID-19, las obras insignias como el Tren Maya y el Corredor Transístmico, los programas sociales, las alzas en el salario mínimo, los bajos niveles de desempleo y la pérdida del poder adquisitivo de los hogares.

La combinación de dichos factores provocó que la administración denominada de austeridad republicana se ubique con los peores resultados en materia económica en las últimas seis administraciones.

En un ejercicio realizado por El CEO, donde se tomaron las cifras del Producto Interno Bruto (PIB) de los primeros cinco años de cada gobierno, eliminando el efecto de la estacionalidad y con cifras actualizadas; se identificó que el quinquenio de los últimos 5 presidentes del país mostraron crecimientos significativos comparados con la actual administración.

En el primer lustro del gobierno de AMLO, como también es conocido el mandatario, el PIB registró una tasa de crecimiento promedio anual de 0.7%, lo cual lo coloca en el penúltimo lugar de las siete administraciones evaluadas.

El podio es priista, el “enemigo” de AMLO

La primera posición en crecimiento del PIB es para Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), con una media anual de 3.9% en sus primeros cinco años de gestión.

Como impulsores de este periodo priista sobresalen incentivos económicos como el programa Solidaridad, disminución de tasas impositivas, el comienzo del proceso de privatización, tipo de cambio fijo como ancla antiinflacionaria y las negociaciones del TLCAN (poco después se dio la reforma agraria que suprimió reparto de tierras y el levantamiento del EZLN).

En segundo lugar, se colocó Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000) al registrar un promedio anual del PIB de 3.2% real, cuyos principales pilares fueron conseguir una tasa de crecimiento positiva de la economía mexicana, pese a la devaluación del peso y la gran deuda pública que originaron la crisis económica de 1995, más la insurrección zapatista en Chiapas.

Otro elemento a su favor fue la herencia salinista que colocó a México en el mapa del mundo: TLCAN (también la crisis fue su legado).  Con él se adoptó el esquema de libre flotación del peso mexicano.

El tercer lugar pertenece a Enrique Peña Nieto (2012-2018), pues el PIB registró un promedio del 2% con ajuste estacionario, resaltando el Pacto por México, en el que derivaron reformas estructurales como la de telecomunicaciones, energética, laboral, financiera, hacendaria y competencia económica.


Dichas reformas incentivaron la captación de capital extranjero, aunque también destaca la volatilidad del tipo de cambio y el incremento de la deuda pública, la cual superó el 50% del PIB y elevó los niveles del costo financiero de la misma.

Crisis panistas

Vicente Fox Quesada (2000-2006), presidente que pasó a la historia por ser el primero de la alternancia política, se situó en el cuarto lugar de dinamismo económico; bajo su mandato, el PIB obtuvo un aumento promedio anual de 1.3% en sus primeros cinco años de gobierno.

A Fox Quesada le tocó lidiar con la crisis económica del 2001, producto de las crisis del real brasileño y de Argentina, así como el ataque terrorista del 11 de septiembre en Nueva York que derribó los mercados.

En materia económica destaca del lado positivo por su política de vivienda y en mantener la inflación anual en un solo dígito.

El quinto escalón es para Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), que representó la segunda y última presidencia panista y cuyas apuestas fueron la infraestructura y el combate al crimen organizado.

Dicho personaje, pese a la crisis económica y financiera del 2008-2009 que comenzó con el colapso de Lehman Brothers, vio como el PIB nacional creció 1%, como promedio anual, en su primer lustro en la silla presidencial.

Claroscuros morenistas

El penúltimo lugar fue para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), considerado como el primer presidente de izquierda, que mostró los peores resultados en actividad económica desde la administración de Miguel de la Madrid.

El PIB de México promedió un crecimiento anual de apenas 0.7% en cinco años, cuyos factores son claroscuros. Por ejemplo, canceló el Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco y su política de austeridad se acompañó de recortes a la inversión pública.

Sin embargo, AMLO apostó por programas sociales sin efecto multiplicador en los sectores productivos y por obras faraónicas en el sur-sureste, como el Tren Maya, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y la Refinería de Dos Bocas.

Otros factores negativos fueron la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México y de Proméxico, la crisis económica del 2020 por la pandemia del COVID-19, el huracán Otis, la elevada inflación y las altas tasas de interés, por mencionar algunos.

También destacan, del lado positivo del gobierno de AMLO, los incrementos al salario mínimo y los bajos niveles de desempleo que han dado resiliencia al consumo privado.

El último escalón corresponde a Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), con apenas una caída de su PIB de 0.3% en sus primeros cinco años de gobierno, en cual destaca la crisis económica, la de 1982-1983, así como el sismo de 1985.

Algunas de sus estrategias fueron subsidiar los precios de los productos básicos, los primeros pasos hacia la privatización de empresas estatales y el inicio de negociaciones para entrar al GATT.

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