Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aún tiene la posibilidad de evitar una ruptura entre México y la comunidad internacional de inversionistas a causa de las pérdidas que podría generar la reforma eléctrica a las empresas.
Lograr que sigan funcionando los permisos que otorgó la Comisión Reguladora de Energía (CRE) de autoabasto y cogeneración de energía, así como de producción independiente, quitaría la previsible condena a México de tener un mayor riesgo-país y caer en desequilibrio económico.
Para Eduardo Prud’homme, exdirector de gas natural de la CRE y actualmente socio de la consultoría Gadex, las empresas que han invertido en México están dispuestas a salirse del país porque la reforma energética afecta sus costos operativos.
Se retirarán si el Estado Mexicano las indemniza, de lo contrario, la reforma será confiscatoria, lo que generará juicios internacionales que desestabilizarán la macroeconomía de México y elevarán su riesgo-país. Todo tiene que ver con el flujo de caja, la recuperación de su inversión y sus costos variables
dijo a EL CEO.
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Mencionó que si la reforma es confiscatoria y no respeta la noción de traslado de los costos variables más un margen, ni los niveles previstos en el modelo de caja y financieros de las empresas, habrá un rompimiento con la inversión privada y extranjera.
“Estamos condenando a un riesgo-país mayor, a meter mayor inestabilidad al equilibrio macroeconómico y a romper con la comunidad internacional de inversionistas, amén de que todos los usuarios vamos a perder”, declaró Eduard Prud’homme.
El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), José Medina Mora, señaló ayer en conferencia, que Estados Unidos y Canadá comunicaron a este organismo que es muy claro que lo firmado en el T-MEC obligaría a México a indemnizar y de no ser así, piensan demandar.
Sin embargo, Manuel Bartlett, director general de la CFE, sostuvo que al eliminar los permisos se está defendiendo el interés nacional, ya que las empresas que obtienen electricidad bajo estos permisos no pagan el consumo correspondiente.
“Llegaron, se instalaron aquí, se subieron a las redes y a toda la infraestructura que costó millones de millones y se están quedando con el mercado eléctrico, que es un gran negocio”, declaró.
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Obligarían a las empresas a renunciar a su propia electricidad
La reforma eléctrica busca eliminar los permisos que la CRE otorgó después del 2014 cuando se realizó la reforma energética para que las empresas invirtieran en sistemas para producir su principal insumo: la energía.
La CRE otorgó permisos de autoabasto y de cogeneración, también llamados contratos legados, los cuales funcionan a través de sociedades, donde alguien pone una planta de generación de electricidad que se entrega a los socios.
Existen en plantas industriales -como manufactureras- donde se construye una planta de generación para que toda la energía que se produce sea utilizada en los procesos operativos.
También hay casos en donde los consumos de energía no están en el mismo sitio que la planta, por lo que es necesario mover la electricidad a través de la red, lo que se conoce como porteo.
Esos permisos estuvieron motivados justo para que las empresas se hicieran de su propia electricidad. Hubo una inversión, hay contratos, sociedades y a la planta le afectarían mucho los costos (nuevos) para sus procesos productivos
advirtió Prud’homme.
Preocupa a empresas costos mayores
La reforma busca que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sea la proveedora de electricidad, pero las empresas temen que sea a un costo más alto del que establecieron en sus proyectos operativos y de negocio.
Obligarían a las empresas a que ya no utilicen la inversión que hicieron en su planta de generación y se verían obligados a comprarle a CFE su electricidad con el riesgo de ya no tener control sobre sus costos. Eso seria una agresión a los intereses de la plata productiva
sostuvo el exfuncionario de la CRE.
Planteó que AMLO debería ceder para apoyar el desarrollo de las plantas productivas del país.
“Hay un buen espacio para que se llegue a un acuerdo. Si cede, puede ser fructífero discutir en serio y de forma constructiva las tarifas de porteo, revisar integralmente las tarifas de transmisión y ver de qué manera las distorsiones, si es que existen, se puedan medir y se llega a un esquema más sostenible”.
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Agregó que AMLO también debería ceder en la operación actual de los contratos con los Productores Independientes de Energía, que es un esquema de plantas privadas donde la energía que producen es entregada a CFE.
“Es una especie de maquila para CFE. Son empresa europeas y asiáticas de nueva tecnología, típicamente de ciclo combinado que usan gas natural, aunque hay de combustibles líquidos también”, comentó.
El futuro energético centralizado en CFE
Por su parte, Casiopea Ramírez, analista del sector eléctrico, señaló que no se puede fortalecer a CFE perjudicando a los privados.
No se debe centralizar en una sola empresa el futuro energético del país, esto es dándole a CFE todo el control sobre la planeación del sistema, despacho de las centrales, de la transición energética, de las tarifas
afirmó.
Marcial Díaz Ibarra, presidente de la Asociación de Regulados del Sector Energético (ARSE), mencionó que los legisladores podrían ceder en no desaparecer la CRE y la Comisión Nacional de Hidrocarburos como se plantea en la reforma eléctrica.