El expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) cerró su gobierno con la caída más pronunciada en obra pública, principalmente por la conclusión de algunos proyectos insignia.

Curiosamente, la industria de la construcción fue uno de los sectores más beneficiados por la estrategia del pasado gobierno, a fin de cerrar la brecha regional con el sur-sureste del país a través de grandes obras de infraestructura.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el valor de producción de la obra pública disminuyó, en términos reales, 44.31% anual en septiembre pasado, el último mes como presidente de López Obrador.

Esta contracción del sector público significó hilar cinco meses con variaciones negativas en el nivel productivo, así como registrar la mayor baja en toda la administración morenista.

Una gran parte del crecimiento en el 2023 se debió al fuerte aumento en la inversión pública para finalizar obras de infraestructura insignia de la administración de López Obrador (…) Ahora que el gasto en inversión en infraestructura pública es menor, la alta base de comparación provoca la fuerte caída anua,l

detalla un análisis de Banco Base.

Los motivos

La caída de 44.31% de la obra pública en septiembre pasado fue consecuencia de los retrocesos anuales en transporte y urbanización, petróleo y petroquímica así como otras construcciones.

En tanto, los crecimientos se dieron en edificación; electricidad y telecomunicaciones, y agua, riego y saneamientos. Es decir, las alzas en estos tipos de obras fueron insuficientes para evitar el descenso general.

De hecho, el peor escenario corresponde a transporte y urbanización, pues lleva cinco disminuciones consecutivas; aquí se incluyen obras de transporte en ciudades y carreteras; carreteras, caminos y puentes; aeropuertos; obras ferroviarias, e infraestructura marítima.

Resultados generales

Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la obra pública sumó un valor de producción de 1.18 billones de pesos, monto que representó 38% del total de la industria de la construcción.

En general, gracias a obras insignias como la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, el Corredor Interoceánico como los aeropuertos Felipe Ángeles y de Tulum, la obra pública promedió un crecimiento anual de 10.58% en la gestión federal pasada.

Este resultado contrasta con el comportamiento de la obra privada, que el gobierno obradorista consiguió, como media, una disminución anual de 0.48%; en total, la construcción tuvo un aumento promedio de 3.04%.

Para los analistas de Ve por Más, se prevé un entorno menos dinámico en la inversión, la cual limitará a la construcción pese a los grandes planes de infraestructura de la presidenta Claudia Sheinbaum, teniendo en contra estos factores:

  1. Las tasas de interés permanecen elevadas, pese a que comenzaron a bajar
  2. La inversión pública se mantendría acotada tras la conclusión de las obras insignia del gobierno federal pasado, el cambio de administración y la necesidad de recortes al gasto público
  3. La inversión privada puede verse obstaculizada por un creciente entorno de incertidumbre, tanto por factores internos como externos (ejemplo, la política de Donald Trump.

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