Manzana de la discordia

Pese a la diplomacia con la que tratan de comportarse las dos bolsas de valores que operan en el país, BMV y BIVA, parecería que las patadas bajo la mesa están subiendo de tono cortesía de la reciente colocación de Cox Energy. Resulta que luego del debut de la empresa de energía solar, BIVA veladamente acusó a la Bolsa Mexicana de Valores de un supuesto complot para evitar la negociación de los títulos en ambos mercados, lo que habría restado bursatilidad e interés entre los inversionistas.

Pero la historia data de más tiempo atrás. El 29 de junio, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores respondió la solicitud presentada por Cox Energy desde el 10 de marzo y autorizó la inscripción al Registro Nacional de Valores de las acciones representativas del capital social de la compañía, y de una oferta pública de suscripción de hasta 30 millones 441,176 títulos. “La inscripción y autorización de ofertas señaladas no podrán ser consideradas como: (i) certificación sobre la bondad de las acciones o sobre la solvencia, liquidez o calidad crediticia de la Emisora”, explicó el regulador en el escrito.

Previamente, el 25 de junio, Cox Energy recibió de BIVA la opinión favorable a la solicitud que había presentado el 10 de marzo, para listar sus acciones y realizar una oferta pública inicial hasta por un monto de 1,000 millones de pesos, sin considerar la opción de sobre asignación equivalente al 15% del total de la oferta. “Lo anterior en virtud de haber dado cumplimiento a los requisitos establecidos en el Reglamento Interior de BIVA para el listado de dichos valores”, detalló en la carta donde además, aclaró que no se expresa opinión alguna con respecto a la solvencia de la emisora, ni sobre la bondad de las acciones objeto de listado en BIVA.

Cox Energy habría tocado primero la puerta de la BMV, pero con resultados financieros que arrojaban pérdidas crecientes en los últimos tres años y un capital contable negativo, no cumplía con los requisitos básicos para poder debutar por lo menos en esta bolsa. Su auditor, la firma PWC, explicó que por la naturaleza del negocio, los proyectos de generación de energía solar atraviesan por diversas etapas de desarrollo. Pero al mismo tiempo consideró que era necesario que la empresa tomara acciones para revertir la situación debido a sus potenciales efectos futuros, y por eso había compromisos de los accionistas de aumentar el capital social de la compañía.

En cambio BIVA, que estaba próxima a cumplir sus dos primeros años de operación, necesitaba realizar su primera colocación de acciones, luego del frustrado debut bursátil de Bricks Acquisition Company, y abrió sus puertas a la empresa solar. Pero lo más importante era enviar un mensaje optimista por parte de las autoridades y que al fin se ponía fin a la sequía de colocaciones accionarias de más de tres años.

Y así fue como se festejó a lo grande la llegada de Cox Energy, y se dice que fueron las autoridades financieras las que “amablemente invitaron” a la BMV a dar de alta los títulos de la empresa solar para actuar como un solo mercado pese a sus observaciones financieras previas, y no arruinar el efusivo mensaje del regreso de las ofertas accionarias, así minutos después del cruce ya estaban disponibles las acciones en ambos mercados por lo que los argumentos del supuesto complot perdieron fuerza.

No está claro sí las condiciones de las finanzas de Cox Energy habrían afectado el apetito de los inversionistas o si la menor demanda obedeció a la sequía y cautela en los mercados financieros, pero no alcanzó el monto previsto. “La ronda de capital comprende 765 millones de pesos, entre ampliación de capital a través de oferta pública y la participación de inversionistas existentes del grupo. Con ello se cumple con la meta de colocar hasta el 15% de las acciones de la empresa entre el gran público inversionista”, informó Cox Energy

La falta de demanda también quedo manifiesta con otras operaciones posteriores, no de acciones, que no cumplieron con la recaudación prevista como el caso de la Fibra Opsimex, que incluso habría estado en riesgo de cancelarse, y el fideicomiso de bienes raíces industriales Fibra Upsite.

Otro elemento que llamó la atención es que por lo menos en la presentación corporativa que se utilizó durante el roadshow se mencionaron dos intermediarios colocadores, Vector y Actinver, pero al final solamente Vector culminó la oferta con varios días de retraso de lo que se había informado originalmente y se dijo que por la lentitud de los trámites de la CNBV, pero la realidad era que se trataba de convencer a más inversionistas para participar en la oferta donde por cierto fue Inversora Bursátil la que tomó la tercera parte del monto colocado.

Y finalmente se sabe que de manera indirecta la propia Cox Energy estaría buscando analistas que cubran y recomienden sus títulos con los consabidos conflictos de interés que se podrían generar, para tratar de promover el interés del mercado en la emisora que desde su debut acumula un volumen de 269 mil 908 acciones negociadas  con un importe menor a 10 millones de pesos.