En múltiples ocasiones se ha escuchado hablar de que los adultos jóvenes como los millennials o la generación Z tienen cada vez más dificultades para obtener una vivienda propia y eso es más que una realidad, pues en muchos casos no son autosuficientes ni siquiera para pagar una renta. Esta situación se refleja con la creciente tendencia de los llamados roomies.
De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los roomies son “personas que comparten un espacio sin necesidad de tener un parentesco”, y aunque los motivos para hacerlo pueden ser variados, el principal es hacer frente a los desafíos económicos y garantizar una estabilidad financiera, según un informe realizado por Tasvalúo.
Si bien las rentas en la capital mexicana pueden variar según el tipo de residencia y su localización, información de la plataforma digital inmobiliaria monopolio.com.mx muestra que la alcaldía más accesible es Milpa Alta con un promedio de 8,676 pesos al mes.
La cifra contrasta mucho si se considera que el salario mínimo en esta zona del país asciende apenas a 207.44 pesos y la remuneración promedio que reciben los trabajadores mensualmente es de 10,071 pesos, según cifras del Instituto Mexicano para la Competencia (IMCO).
En 2010, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) identificó a 23,087 hogares no familiares corresidentes que correspondían al 1% de las viviendas que se inclinaban hacia la cohabitación con individuos sin vínculos familiares directos. Para 2020, el panorama ha cambiado de forma importante al registrarse 42,618 hogares no familiares corresidentes.
Esta cifra pone de manifiesto la creciente aceptación y necesidad en algunos casos de la convivencia entre personas que no tienen lazos familiares directos, una tendencia que merece una exploración detallada dada su relevancia en la dinámica de la vida contemporánea
señaló Tasvalúo.
Durante 2020, las personas que más recurrieron a un roomie fueron aquellas de entre 25 y 35 años, con el 45% del total de residencia compartida, revelaron datos del Inegi. La distribución por género es pareja, con 53% de hombres y 47% de mujeres.
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Estas son las alcaldías más caras
La mala distribución de servicios y zonas de trabajo ha provocado que las personas prefieran mudarse a ciertas alcaldías, ayudando a que estas zonas encarezcan los precios de inmuebles, ya sea para renta o venta.
Asimismo, la oportunidad de trabajar a distancia ha llevado a algunos extranjeros —principalmente estadounidenses— a tomar la decisión de mudarse a algunas colonias de la CDMX para llevar un estilo de vida con menos gastos, situación que también ha encarecido los inmuebles.
La principal desventaja para los habitantes locales radica en que los estadounidenses en lugares como Condesa o Del Valle cobran en dólares, por lo cual los arrendadores prefieren recibirlos a ellos y así obtener mayores ingresos.
Según el sitio monopolio.com.mx, las rentas más baratas en la CDMX se pueden encontrar en Milpa Alta y le siguen Iztapalapa e Iztacalco con un promedio de 11,425 y 11,898 pesos al mes.
En contraste, los inmuebles con las rentas más altas en promedio se ubican en Miguel Hidalgo, 64,292 pesos; Cuajimalpa, 40,974 pesos; y Cuauhtémoc, 36,132 pesos al mes.
Respecto a la venta de inmuebles, los precios más bajos se observan en Tláhuac, en 2 millones 229,283 pesos; Venustiano Carranza, 2 millones 916,641 pesos; y Milpa Alta, 2 millones 972,328 pesos.
Por su parte, los predios más costosos en la capital mexicana están en Miguel Hidalgo, con un precio promedio de 17 millones 941,692 pesos; Cuajimalpa, 14 millones 171,435 pesos; y Álvaro Obregón, 13 millones 038,411pesos.
