Después del incendio ocurrido a mediados de noviembre en el estado de California, más de 450 casas fueron destruidas en los límites de la ciudad, al igual que 750 o más residencias en el condado circundante.

“Aunque el fuego ha sacudido a la comunidad, las personas se reactivan y quienes perdieron sus hogares quieren volver a casa”, aseguró a Variety el socio de ventas de Coldwell Banker Global Luxury, Chris Cortazzo, quien pudo mantener todos sus depósitos pendientes después del incendio.

Pero Cortazzo espera una primavera ocupada y los contratos de arrendamiento continúan teniendo una prima, ya que el valor por pie cuadrado de la zona no parece haber sido afectado, el cual depende de variables como el estilo arquitectónico, la ubicación y la proximidad a la playa. Pese a la devastación.

En 2018, Malibu Colony Road era el barrio número uno más caro en el área de Los Ángeles con un precio de venta promedio de 10,650 millones de dólares, reveló Property Shark. Y lo cosa no ha cambiado mucho.

“La gente quiere quedarse en Malibú pero lejos de la construcción y la limpieza” explicó a Variety el presidente del equipo de Malibu Life, Compass, Malibu Cross Creek, Madison Hildebrand. “Los precios se han mantenido”, agregó.

El directivo asegura que hay inversionistas listos para comprar propiedades dañadas. El desafío es para los vendedores que navegan por los reclamos de seguros y el proceso de liquidación.

A consideración de Variety, antes de que pueda comenzar la reconstrucción, la ciudad requiere que los expertos en remoción inspeccionen y limpien las propiedades de los materiales peligrosos, un proceso que está programado para comenzar este mes.