Moody’s no cree que la industria de la construcción y de vivienda en América Latina se recupere totalmente en 2020, sino que será hasta la primera mitad del 2021, cuando se espera un crecimiento de 6%.

La agencia publicó las perspectivas del sector en los países de América Latina con mayor actividad de construcción y vivienda que son Brasil, México, Argentina y Perú, que califica como “estables”.

El gasto del gobierno impulsará la actividad de ingeniería y construcción en México, pero en Argentina las restricciones fiscales pueden evitar una situación similar. En Brasil, los esfuerzos de reforma fiscal impulsarían el sentimiento por la inversión en infraestructura construcción; mientras que en Perú la agitación política hacen que el gasto en ingeniería y construcción sea incierto,

indica el documento.

Pese a ello, hay situaciones que podrían cambiar la perspectiva a negativa. Por un lado menores ingresos de los esperados en infraestructura y construcción al primer semestre del 2020, crecimiento del PIB menor a lo esperado y menores gastos en infraestructura.

Acuerdo de infraestructura mejora perspectivas

En el caso mexicano las expectativas mejoraron gracias al Acuerdo Nacional de Infraestructura firmado por la iniciativa privada.

“El anuncio del gobierno de la inversión de 43,000 millones del Programa Nacional de Infraestructura para 2019-2024 es un factor positivo para el sector de ingeniería y construcción” indica el documento, pues según sus estimaciones equivale a 3.7% del PIB del país en 2018.

“La mitad del nuevo programa comenzará en 2020, ofreciendo un cambio en el sentimiento débil de los inversores y efectos indirectos positivos para los sectores de construcción, materiales de construcción e infraestructura”, explica la consultora.

El escenario respecto a la industria de la vivienda lo perciben estable. Consideran que la cancelación de los subsidios derivó en la menor colocación de vivienda social, sin embargo, las empresas y el mercado se desarrollará de manera más independiente a las políticas de gobierno en esta materia.

Esperan mayor énfasis en las ventas de vivienda residenciales y de ingresos medios, lo cual también es respaldado por las hipotecas de la banca comercial que con las nuevas tasas más bajas puede propiciar la venta de viviendas de mayor precio.

De la vivienda social, esperan que se ocupen los organismos como Fovissste e Infonavit “tienen una sólida calidad crediticia, con estándares de origen que respaldan la demanda estable de viviendas de ingresos bajos / medianos”.