El sector de la construcción tendrá un crecimiento de 2.7% en 2021, pero la recuperación para llegar hasta los niveles previos a 2019 tardará algunos años, aseguró BBVA México.

En la presentación del informe “Situación Inmobiliaria”, BBVA recordó que el sector comenzó su contracción desde octubre de 2018, luego de que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador canceló el proyecto del aeropuerto de Texcoco, lo que afectó las condiciones de inversión en el país.

Durante 2020, el Producto Interno Bruto (PIB) de la construcción registró una caída de 17.6%, derivado del cierre de actividades implementada por las autoridades sanitarias para evitar contagios de COVID-19.

“El cierre de actividades y la baja inversión resultado de la pandemia originó una caída muy pronunciada. Al igual que la economía, la construcción tocó fondo en el segundo trimestre del año pasado, que fue la parte más crítica de la pandemia”, explicó Carlos Serrano Huerta, economista en jefe de BBVA.

La contracción fue mayor a la que se vio en 2009 tras la crisis financiera global y es la más profunda desde la crisis económica de 1994, año en que la economía mexicana sufrió una falta de liquidez y solvencia que provocó la quiebra de empresas y la pérdida de millones de empleos.

“Lo que preocupa en esta ocasión es la duración de la crisis. Esta es una crisis más duradera que las anteriores, entre otras cosas porque hay que reconocer que la construcción no comenzó a caer con la pandemia, comenzó a caer en el otoño de 2018, acompañada de la caída de la inversión”, dijo Serrano.

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La construcción comenzó su recuperación después de que fue declarada como actividad esencial en la segunda mitad de 2020, sin embargo, la mejora del sector dependerá de la asignación de recursos que tengan un marcado costo beneficio para el país.

El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) para 2021 contempla 9.5% más de recursos para obra pública, que en caso de cumplirse sería una mejora para infraestructura, marginal, pero positiva, subrayó BBVA en el informe.

Serrano destacó que la inversión en infraestructura continúa deteriorándose, a pesar de los grandes montos destinados a obras energéticas, pues el valor de este tipo de obras está en declive.

“Eso es reflejo de la caída tan significativa que se ha visto en los últimos 10 años en la inversión pública y obedece a que el país ha ido perdiendo margen de maniobra fiscal, a esto se ha aunado menores ingresos petroleros, que significa menos recursos para el gobierno”, señaló.

La edificación productiva sería la primera en recuperarse, aunque este proceso tardaría entre uno y dos años, pues no se cuentan con suficientes proyectos residenciales.

Mercado hipotecario cae 6.2% en 2020

El mercado hipotecario se contrajo 6.2% en 2020, debido a la pérdida de empleos formales, particularmente en los segmentos salariales más bajos.

“La demanda por crédito hipotecario depende crucialmente de la creación de empleo, en particular de empleo formal y bien remunerado. La crisis de la pandemia resultó en una caída significativa de empleos, pues se llegaron a perder hasta un millón”, dijo Serrano.

Sin embargo, el saldo de cartera hipotecaria vigente repuntó 12.7% al cierre del año pasado, gracias a que las limitaciones a la movilidad y un menor consumo dieron paso a un aumento de la tasa de ahorros para la adquisición de vivienda.

Mientras que en 29 estados se presentó una pérdida de empleos, en todo el país se obtuvo una menor tasa de interés para la adquisición de vivienda, ante la relajación del ciclo de política monetaria de Banco de México para aminorar el impacto de la crisis.

BBVA estima que el deterioro en la cartera vencida en materia hipotecaria de la banca tocó fondo, pero una tercera ola de contagios y mayores restricciones a la movilidad que resulten en una nueva etapa de reducción de empleo y quiebre de empresas pueden afectar la cartera vencida.