Bien para Bien quiere dar crédito de liquidez a 10 millones de mexicanos que no pueden comprobar ingresos y para ello implementa inteligencia artificial.

Esta Sociedad Financiera de Objeto Múltiple (Sofom), que lidera el exdirector del Infonavit, Victor Borrás, atiende a población que labora de manera independiente o en el sector informal, y que, pese a tener ingresos, no siempre pueden comprobarlos pero que cuentan con una propiedad.

El préstamo está apalancado en bienes inmuebles, ya sean casas, departamentos o negocios y desde que iniciaron operaciones a la fecha, han colocado 700 millones de pesos en crédito.

Aunque ahora se mantienen con 5.7% de cartera vencida, superior al 2.14% de la banca comercial, según los datos a junio de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la entidad financiera considera que se mantiene en un porcentaje “sano”, pues apuestan a un sector de mayor riesgo y tienen otro tipo de garantías de pago.

“Tener como garantía una propiedad permite hacer sujeto de crédito a mucha gente que la banca no considera ya sea porque tiene un mal buro o porque no puede comprobar de manera fehaciente sus ingresos”, dijo Borrás, fundador de Bien para Bien, en entrevista con EL CEO.

Borrás considera que los bajos porcentajes de cartera vencida en la banca comercial es síntoma de que los préstamos no están llegando a la población que más lo necesita. Por eso, apuesta por el uso de inteligencia artificial para filtrar perfiles y seleccionar a sus clientes.

El proceso comienza con una solicitud en línea donde el interesado integra documentos, como comprobantes de ingresos y datos de la propiedad. Posteriormente se realiza una consulta al buró de crédito y una entrevista con el interesado de entre 15 y 20 preguntas.

Las respuestas de los solicitantes son procesadas mediante un software que analiza 11,000 variables y compara con otras solicitudes (aprobadas, rechazadas, cumplidas y de impago) para predecir el nivel de riesgo del deudor. De 15,000 solicitudes han aprobado al 9%.

Los deudores

En el 70% de los casos aprobados, los acreditados son hombres frente a 30% de mujeres, con rangos de edad de entre 30 y 55 años que se dedican en mayor medida al comercio o son microempresarios.

“Al principio el crédito era para pequeñas empresas ya hemos evolucionado y damos créditos de liquidez para cualquier fin, para consolidar pasivos, remodelar una casa, para emprender un negocio, para estudios e incluso para emergencias médicas”, dice Borrás.

Para los que han caído en impago tienen dos protocolos si se considera que el cliente actúa de buena fe la propiedad se comercializa, Bien para Bien cobra el adeudo sin intereses y el recurso restante se devuelve al anterior dueño de la propiedad.

“En caso de que se considere que el deudor no actuó de buena fe se procede según lo legal” dijo, aunque puntualizó que del porcentaje que cae en impago en la mayoría de los casos no es necesaria la acción legal.

Borrás, que trabajó en Bancomer y posteriormente fue director del Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit) durante las dos administraciones panistas, destacó que estos métodos de aprobación son una nueva forma de dar créditos a la palabra “pero ahora son créditos a la persona”.