Las ventas de comida por aplicación son un mercado con apetitoso potencial de crecimiento, cuyo auge está modificando a la industria gastronómica, y a los espacios que la contienen, con nuevos requerimientos tecnológicos, de logística o de diseño. 

A nivel global, las ventas de aplicaciones de entrega de comida han crecido en promedio 17% de manera anual. En 2018 registraron ventas por 1,043 millones de dólares y la predicción es que al 2023  lleguen a 2,459 millones de dólares de acuerdo con la consultora Statista.

En Estados Unidos, durante 2018, las ventas de los restaurantes crecieron 6.3% anual, por encima de lo que crecieron las ventas de comestibles no procesados, que presentaron 2.3% de crecimiento, lo cual reafirma la tendencia de que las personas están optando por comer fuera más que preparar sus propios alimentos, de acuerdo con el estudio “2019 U.S. Food in demand serie: Restaurants”, elaborado por la consultora y comercializadora CBRE.

El crecimiento de esa industria también se ha dado por una mayor penetración de los restaurantes en los centros comerciales. De acuerdo con el documento, en dicho país, el área rentable bruta que ocupan los restaurantes (diferentes a las zonas de comida rápida) ha incrementado en 18% desde 2007 a la fecha.

Actualmente ocupan 13.1 millones de metros cuadrados. En México el área rentable que ocupan las zonas gastronómicas ha pasado del 5 al 7%, según estimaciones de Lizan Retail Advisors.

Algunos de los cambios que se prevén con este auge tanto de presencia gastronómica como de demanda de alimentos por entrega son la irrupción de las “cocinas fantasma”, es decir espacios pensados y adaptados únicamente para la preparación de alimentos para entregas a domicilio, los cuales además tienen la ventaja de que no necesitan estar en zonas de interés con precios de arrendamiento altos.

Estas brindan ventajas sobre los restaurantes tradicionales, pues pueden ser más pequeñas, lo que representa menor costo de arrendamiento y también se descarta la inversión en equipamiento del restaurante y personal de servicio, manteniendo presencia en el mercado.

Los espacios de cocina hechos para restaurantes que solo entregan pedidos en línea tienen grandes planes de expansión y están atrayendo capital de inversionistas. Kitchen United planea abrir 400 centros de cocina que albergan más de 5,000 cocinas fantasma individuales de alta demanda en los próximos cuatro años ,

indica el reporte.

Otro de los cambios se relaciona con la inversión y relación con la tecnología, la cual se dará en dos sentidos. El primero de ellos será con una nueva relación entre los restauranteros y los terceros encargados de la distribución final.

Mientras algunos restaurantes están haciendo alianzas con los encargados de la distribución, otros están invirtiendo en el desarrollo de “entregas nativas”, es decir aplicaciones propias y logística de distribución interna. La otra forma es incrementando la instalación e inversión en tecnología.

“Operadores de restaurantes seguirá invirtiendo en gran medida en la relación con el consumidor y en la parte de atrás de la casa tecnología para ayudar a controlar el aumento de los costes a través de la automatización y para mejorar la calidad de vida de los clientes
experiencia”, indica el documento

El segmento que más considera invertir es el de la comida rápida. El estudio de CBRE encuestó operadores de restaurantes y los resultados arrojaron que el 70% de los de comida rápida planean invertir el próximo año en la aplicación y pagos en línea, 54% en punto de venta e inventario y 41% en instalación de equipos como ipads, tabletas para mejorar interacción con los clientes.

Por ejemplo, la cadena de comida rápida McDonald’s recientemente invirtió 3.7 millones de dólares en el desarrollador de aplicaciones móviles Plexure, mientras que la cadena Shake Shack actualizó su ‘Shack App’ para aceptar a Venmo y Apple Pay.

Otro de los efectos será una búsqueda por hacer que los comensales no reemplacen la asistencia a los restaurantes por la comida en entrega, y eso lo harán a través de ofrecer experiencias distintas, es decir un incremento del concepto de “eatertainment”, que hace referencia a incluir oferta de esparcimiento como juegos, diseños temáticos, entre otros.

CBRE estima que 70% de los consumidores prefieren visitar locales de ocio y restaurantes para salidas en grupo, frente visitar un lugar de cena informal que tiene 20% de la preferencia. Además 21% de los comensales están dispuestos a pagar más en lugares de ocio y entretenimiento que los bares y restaurantes tradicionales.