Hacienda sobreestima el PIB y provocará impacto en finanzas públicas
El Paquete Económico 2026 quedó aprobado en su totalidad, y uno de los aspectos que empieza a generar dudas radica en la sobreestimación de la Secretaría de Hacienda respecto al PIB, pues de no lograr el crecimiento puntual de 2.3% el siguiente año, afectaría a las finanzas públicas.
La expectativa del mercado es muy distinta a la de la dependencia a cargo de Édgar Amador Zamora. Actualmente, los analistas estiman un crecimiento de 1.4% el próximo año, y uno de los efectos adversos se vería en la consolidación fiscal que plantea el gobierno federal, con un mayor déficit al previsto por Hacienda.
Al respecto, la economista en jefe de BNP Paribas México, Pamela Díaz Loubet -cuya expectativa del PIB para 2026 es de 0.9%- explicó que el principal efecto de una sobreestimación del crecimiento económico se refleja en la recaudación de impuestos.
Se está generando una sobreestimación de 0.2 por ciento del PIB. Esto quiere decir que si el déficit proyectado por Hacienda es de 4.1% del PIB, nada más por la diferencia en los estimados de crecimiento, estaríamos hablando de un déficit de 4.3% del PIB
dijo Díaz Loubet a EL CEO.
Desequilibrios fiscales para la Secretaría de Hacienda
La sobreestimación del crecimiento conllevaría desequilibrios fiscales si no se ajustan las expectativas de ingreso y gasto, es decir, puede distorsionar las proyecciones de ingresos públicos, gasto fiscal y metas presupuestarias, además de generar presiones sobre el déficit y la deuda si el crecimiento real es menor, dijo la analista de economía, Irasema Dagnini.
Esto podría traducirse en decenas de miles de millones de pesos menos en ingresos tributarios, afectando programas sociales, inversión pública y estabilidad macroeconómica
de acuerdo con la especialista.
Dagnini también explicó que, si las proyecciones del PIB son optimistas, pueden inducir al gobierno a planear un mayor gasto público, ante la expectativa de más ingresos tributarios. A la par, esto causaría un efecto multiplicador negativo, donde el gasto planeado no se traduce en el dinamismo esperado, exacerbando la desaceleración.
Además, Díaz Loubet de BNP Paribas dijo que el aplazamiento de la aplicación de aranceles de México a países con los que no se tiene un tratado comercial sería un punto de presión adicional para las finanzas públicas.
Tipo de cambio, producción petrolera… otros indicadores clave
No solamente el PIB entra en juego sobre lo que espera Hacienda de la economía mexicana. Las expectativas sobre el tipo de cambio, la producción petrolera y el nivel de la tasa de interés también modifican los escenarios.
Aunque en algunos casos puede darse un efecto positivo, un ejercicio un ejercicio elaborado por BNP Paribas no descarta que el déficit llegue a ser medio punto mayor de lo que estima Hacienda.
Finalmente, Dagnini enfatizó que el gasto público se diseña con base en estas proyecciones, y si los ingresos no se materializan, el gobierno enfrenta la disyuntiva de recortar gasto, aumentar deuda o subir impuestos.

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