#InformaciónConfidencial: Banamex, una operación privada y política
El gobierno federal estuvo al tanto y asesoró la venta de Banamex desde semanas antes del anuncio oficial. La propia presidenta Claudia Sheinbaum confirmó este jueves que hubo comunicación previa con Citi, Banamex y Fernando Chico Pardo. “Nos informaron y nos parece una buena noticia para México”, dijo la mandataria en conferencia de prensa.
No hay duda de que la administración ve con buenos ojos la operación porque representa un objetivo político y simbólico, que es el retorno del banco al control de inversionistas mexicanos.
En agosto pasado, la CEO global de Citi, Jane Fraser, visitó a México y sostuvo un encuentro privado con Sheinbaum. Aunque oficialmente se habló de temas de confianza e inversión, ahora se sabe que en la agenda también figuraba la negociación con Chico Pardo y el visto bueno de Palacio Nacional.
En su posicionamiento público, Sheinbaum resaltó la importancia de que Banamex quede en manos nacionales y elogió la figura de Chico Pardo como empresario con trayectoria en infraestructura, aeropuertos y banca. “Nos da gusto que un inversionista mexicano con experiencia se quede con Banamex”, expresó.
Nada más importante para el legado de la primera presidenta de México que asegurar que un banco fundado hace más de un siglo vuelva a tener control mexicano, tras casi dos décadas de propiedad extranjera.
Visión a largo plazo
Chico Pardo, de 73 años, dejó claro que esta inversión no es pasajera. “Considero esta como una inversión de muy largo plazo, eso quiere decir que me voy a morir con ella”, dijo al referirse al 25% de Banamex que está adquiriendo. Al mismo tiempo descartó incrementar su participación más allá de ese porcentaje, que lo convierte en el principal accionista individual.
También defendió la dimensión simbólica de recuperar Banamex para México. “Me animó la confianza que tengo en Sheinbaum”, declaró en la conferencia ayer, aludiendo al respaldo político detrás de la transacción.
Reconoció que al analizar los estados financieros internos del banco empezó a “ilusionarse” con el proyecto, convencido del valor intrínseco de la institución. Y adelantó que “modernización y tecnología serán dos de los pilares de su plan de trabajo”, junto con la digitalización y la eficiencia en la atención a clientes.
Así que más allá de las valuaciones, la venta de Banamex se convirtió en un triunfo político para el gobierno de la 4T. El banco será liderado por un empresario mexicano que podría comenzar a considerarse cercano al poder, aunque el verdadero reto será competir en un sistema dominado por gigantes como BBVA, Santander y Banorte. Chico Pardo regresa por sus fueros a un sector que no les ajeno y que conoce bien desde antes de la privatización de los años 90.
¿Nueva casa de bolsa?
Con la compra de del 25% de Banamex, Fernando Chico Pardo no solo vuelve a la banca, también a lo que empezó todo. En los pasillos de Reforma y en los corredores de Insurgentes ya se comenta otro giro de guion: el Banco Nacional de México podría abrir su propia casa de bolsa.
No habría candados que lo impidan, aseguran directivos de Citi. Todo dependerá de que, en su momento, se presente la solicitud ante la autoridad, un trámite que, se anticipa, sería rápido.
Chico Pardo conoce de memoria las reglas del juego. A los 27 años fundó Acciones y Asesoría Bursátil, la semilla de lo que después integraría Inbursa, y desde entonces ha tejido una trayectoria marcada por los mercados financieros.
El beneficio es evidente: Banamex cuenta con más de 10 millones de clientes y la posibilidad de generar sinergias inmediatas entre la banca y el corretaje bursátil.
En un escenario donde apenas sobreviven dos licencias disponibles —la de Vector, aún sin comprador, y la de CIBanco— la entrada del banco a este terreno supondría una reconfiguración del negocio, con un jugador histórico regresando al centro del tablero.
Chico Pardo, Citi, Banamex y los impuestos
La transacción de 42,000 millones de pesos traerá consigo el pago de impuestos una vez que las autorizaciones regulatorias estén listas, hacia 2026.
“Pagar impuestos es una obligación hasta moral, se tiene que pagar lo que dice la ley que hay que pagar y no evadir un solo centavo”, dijo Chico Pardo, al subrayar que la inversión se concibe como patrimonial, de muy largo plazo y con vocación transgeneracional.
En el fondo, lo que está en juego es más que una licencia o una valuación. Se trata de la posibilidad de que Banamex recupere un lugar estratégico en el mapa financiero del país y de que, al mismo tiempo, cumpla con la responsabilidad fiscal que operaciones de este calibre representan.
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