‘Por cada peso perdido’: la batalla de los ahorradores de CAME ante una CNBV que actuó tarde

‘Por cada peso perdido’: la batalla de los ahorradores de CAME ante una CNBV que actuó tarde

La última vez que CAME registró ganancias fue en septiembre de 2022, a partir de entonces, los números se tornaron rojos.

“Yo tengo 200,000 pesos. Aun así, siendo un peso, hay que luchar por él”, asegura Ciro, un adulto mayor de 68 años y uno de los ahorradores afectados por Consejo de Asistencia al Microemprendedor (CAME), la Sociedad Financiera Popular (Sofipo) intervenida por Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) el pasado 13 de junio debido a sus problemas financieros.

Para el abogado Edward Regalado, la decisión de la CNBV llegó tarde, debido a que desde hace meses se sabía que estaba en quiebra; de hecho, desde que la entidad fue calificada en Categoría 4 (considerada nivel de insolvencia) en diciembre de 2024, comenzó a cerrar sus sucursales, y a pesar de esto, siguió buscando que las personas depositaran su dinero con ellos.

Hubo una campaña muy intensa; en febrero, marzo, abril de CAME, claramente es fraudulenta, porque ya se sabía formalmente desde diciembre de 2024 que ya estaba en un escenario de insolvencia y de números rojos con unos pasivos que superaban en millones a sus activos

asegura el penalista.

CAME ¿una crisis que la CNBV no vio?

De acuerdo con datos de la CNBV, la última vez que la Sofipo registró ganancias fue en septiembre de 2022, por 2 millones de pesos y a partir de entonces, los números se tornaron rojos.

Las estadísticas del regulador indican que al cierre de 2023 sus pérdidas alcanzaron los 532 millones de pesos, cifra que para 2024 aumentó a 2,648 millones de pesos: mientras que sus activos se desplomaron 48.0%, al pasar de 6,082 millones de pesos a solo 3,160 millones.

La cartera de crédito, uno de sus pilares operativos, se desplomó 82.3%, de 2,965 a apenas 525 millones de pesos. La captación, que refleja la confianza de los ahorradores, retrocedió 22.8%, al bajar de 2,074 a 1,600 millones.

Ahorradores: entre la incertidumbre y la indignación

Ese dinero no le llegó de la nada a los de CAME, sabían que ya estaban en problemas financieros y aun así se publicitaban para que hubiera más gente. Me ofrecían tarjetas de regalo por referir nuevos clientes

relata Ciro.

Para él, el objetivo de ahorrar en la Sofipo era tener una vejez tranquila; no buscaba lujos, solo vivir al día. Ahora vive en la incertidumbre de no saber cuándo va a poder recuperar el dinero que le confió a CAME.

En este sentido, Lizbeth Rhode, vocera de los ahorradores afectados, advierte que no aceptarán la quiebra del Consejo de Asistencia al Microemprendedor, porque eso solo beneficia a los responsables.

Siempre somos los ahorradores los que pagamos los platos rotos y la autoridad ya tiene que frenar esto. Son 10 Sofipos tronadas en 10 años, algo no está funcionando en el sistema o en la autoridad, que yo creo que ya tienen que cambiar

afirma.

CNBV pide paciencia

Según Rhode, el interventor designado por la CNBV, Alfonso Ascencio, les ha pedido paciencia, y les ha asegurado que actuará “a favor” de los afectados; no obstante, el proceso para recuperar sus ahorros será largo.

Tiene 180 días para informarnos. Nos pide paciencia, nos dice que obviamente está en nuestros zapatos y que entiende nuestra situación económica, pero pues que lo tengamos paciencia. Vamos a poner un amparo preventivo para evitar la quiebra. Y este seguimos con nuestra demanda en fiscalía, en la UIF para que también nos den información de dónde están los fondos

dice la representante.

CAME, un pago que puede tardar

El Fondo de Protección al Ahorro cubre hasta 25,000 UDIS por persona, equivalentes a aproximadamente 211,000 pesos; pero hay centenares de personas que tenía en CAME ahorros por encima de este monto.

Regalado explica que, para activación del fondo, la CNBV debe de designar un interventor general o iniciar un concurso mercantil y nombrar un síndico, para después elaborar y publicar una lista de acreedores (ahorradores) y establecen un calendario de pago, permitiendo la inclusión de quienes hayan sido omitidos con la documentación adecuada.

Sin embargo, para aquellos que tenían ahorros mayores, la ruta legal para recuperarlos es muy complicada, incluso puede ser costosa, dice el abogado, la cual implica entablar un juicio civil contra los responsables, proceso que puede llevar años, como ha sucedido con Ficrea.

Ya pasaron 10 años (desde el caso de Ficrea) y no ha acabado el concurso mercantil porque pues no se ha logrado recuperar todos los activos (…) no han recuperado la inmensa mayoría de sus ahorros los afectados y todavía se sigue tratando de hacer efectivo la recuperación de más bienes para poderlos liquidar y distribuir entre los ahorradores

concluye.

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