La fortaleza que mostró la inversión de corto plazo en México, particularmente por las obras insignia del gobierno federal, llegó a su fin durante agosto pasado, mientras el consumo de los hogares sigue resistiendo, pero a un menor ritmo de crecimiento.

De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la formación bruta de capital fijo, que permite conocer el comportamiento de la inversión en activos fijos en el corto plazo, cayó 0.9% a tasa anual en el octavo mes de 2024.

Este resultado representó la primera disminución desde febrero de 2021, es decir, pasaron 42 meses —tres años y medio— para que uno de los componentes más importantes de la demanda interna del país se contrajera.

En su interior, exhibieron comportamientos mixtos sus dos rubros: alza de 5% en maquinaria y equipo y baja de 6% en construcción, convirtiéndose este último en el lastre de la inversión con una tasa negativa en no residencial (10.2%), que deriva particularmente del término de algunos proyectos federales.

Elementos clave en la inversión

En la inversión destacan dos elementos clave: La incertidumbre sobre la elección en Estados Unidos y los proyectos de infraestructura de la actual administración federal liderada por Claudia Sheinbaum.

“La ausencia de claridad sobre el posible ganador y algunas suposiciones sobre cuáles serán las implicaciones en temas de comercio entre ambos países han ocasionado que se detenga temporalmente la llegada de algunas inversiones extranjeras en rubros específicos (…) Más aún, la próxima presidencia de Estados Unidos sentará las bases sobre cuales tratados comerciales regionales serán revisados”, señalan especialistas de Banorte.

Respecto al segundo punto, exponen que la entrega del Paquete Económico 2025 por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público —con fecha límite el 15 de noviembre— permitirá:

  1. Mayor precisión sobre cuáles serán los proyectos de infraestructura prioritarios al inicio de este sexenio
  2. Los montos de dichas obras
  3. La reorganización de las finanzas públicas ante las promesas de consolidación fiscal
  4. Que la inversión privada establezca proyectos alrededor de éste

Menor fuerza en el consumo

Por su parte, el Indicador mensual del consumo privado en el mercado interior creció 2.8% en agosto del año en curso, menor tanto a la variación previa de 3.4% como al incremento de 5.1% de igual periodo de 2023.

Este aumento del indicador de demanda interna, que mide el gasto que hacen los hogares en el consumo de bienes y servicios, fue producto de los ascensos de 1.8% en bienes y servicios de origen nacional y de 11.8% en bienes importados.

Es importante resaltar que los fundamentales del consumo de las familias mantuvieron un sesgo al alza con excepción del empleo. Los salarios, remesas y el crédito continuaron con una tendencia favorable.

Mejor panorama

Sobre el consumo, los expertos de Banorte esperan un mejor panorama relativo a la inversión para el cuarto trimestre de 2024, pues estiman que el apoyo de los fundamentales continuará, con la tendencia del empleo, específicamente de la creación de puestos totales, que suele ser positiva en el último trimestre.

Por su parte la estrechez del mercado laboral y las últimas negociaciones salariales nos hacen pensar que las percepciones continuarán al alza. Si bien existe algo de incertidumbre sobre las remesas, en el corto plazo los riesgos para los flujos están sesgados al alza

explica el grupo financiero en su reporte diario.

Finalmente, concluyen que estarán atentos al tipo de cambio, ya que el consumo de bienes importados podría ser aplazado hasta que la volatilidad en su cotización se modere.

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