Las acciones de Capri Holdings, dueña de marcas como Michael Kors, Versace y Jimmy Choo, se desplomaron casi 50% este viernes después de que un juez federal bloqueara la adquisición planeada de la compañía por parte de Tapestry, fabricante de los bolsos Coach y Kate Spade, en una transacción estimada en 8,500 millones de dólares.
Al cierre del mercado, las acciones descendieron 48.89% a 21.26 dólares por acción, según datos de Bloomberg, una caída récord para sus títulos, mientras que los papeles de Tapestry subieron un 13.54% a 50.49 dólares.
Este jueves, la jueza de distrito, Jennifer Rochon, bloqueó el acuerdo bajo el argumento de que una fusión perjudicaría la competencia en el mercado de bolsos de lujo “accesibles”. El fallo da tiempo a la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) para que llegue a su propio veredicto, un proceso que podría durar meses.
La jueza señaló que la adquisición crearía una empresa con una participación del 59% en el mercado de lujo accesible, ya que las partes que se fusionan son competidores cercanos. Además de Coach y Kate Spade, Tapestry posee la marca Stuart Weitzman.
La decisión de hoy es una victoria no sólo para la FTC, sino también para los consumidores de todo el país que buscan acceso a bolsos de calidad a precios asequibles
dijo Henry Liu, director de la Oficina de Competencia de la FTC, en un comunicado.
Las dos empresas argumentaron que sus marcas compiten en un mercado amplio y sólido. Ante ello, Tapestry calificó la decisión como “incorrecta desde el punto de vista jurídico y de los hechos” y dijo que apelaría, mientras que Capri dijo que se sumaría a la solicitud.
El caso de Versace, un triunfo para la FTC
“Esta es una victoria grande e importante para la FTC”, dijo la analista de Bloomberg Intelligence Jennifer Rie, ya que el mercado había colocado probabilidades de aproximadamente el 60% de que las empresas ganarían.
La FTC describió el mercado en cuestión como uno que ocupa un punto intermedio entre los bolsos más baratos del mercado masivo, que a menudo se importan de China, y las “verdaderas marcas de lujo” fabricadas en Europa, como Chanel, Louis Vuitton y Hermès, cuyos bolsos suelen venderse al por menor a más de 1,000 dólares.
En su opinión, “los bolsos de lujo accesibles funcionan de manera similar a los bolsos de lujo del mercado masivo”, y afirmó que un consumidor “puede llevar una billetera, un teléfono o un artículo personal en un bolso de mano de Trader Joe’s con la misma eficacia que en un Birkin de Hermès”.
Escribió que “los productos funcionalmente similares pueden estar en mercados de productos separados, dependiendo de los hechos del caso”, y señaló que, si bien los Chevrolet y los Ford pueden ser intercambiables, los Chevrolet y los Lamborghinis no lo son.
Asimismo, Rochon rechazó la afirmación de las compañías de que la fusión favorecería la competencia y revitalizaría la decadente fortuna de la marca Michael Kors.
Con información de Bloomberg
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