La confianza al consumidor en México mejoró durante junio pasado, con la certidumbre de que en el próximo sexenio continuará gobernando la bancada morenista. Sin embargo, el repunte de la inflación y la aún elevada tasa de interés inyectó pesimismo a las familias mexicanas sobre la situación económica actual del hogar.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) se ubicó en 47.50 puntos en el sexto mes de 2024, el mayor nivel en más de cinco años.
Tras una disminución previa, este resultado del indicador significó un crecimiento mensual de 1.24%, siendo la mejor variación en los últimos siete meses, lo que manifestó una mejor expectativa después del proceso electoral.
El resultado sorprende, pues el ICC logró alcanzar un máximo no observado desde febrero de 2019. El principal impulso estuvo en los indicadores que evalúan la situación presente y futura del país
ahonda analistas de Monex.
Confianza del consumidor por componentes
De los cinco componentes del ICC, dos presentaron reducciones mensuales durante junio de este año, destacando el referente a las posibilidades económicas actuales del hogar para comprar bienes duraderos, respecto a las de hace un año (2.74%).
La otra baja se dio en la situación económica del hogar comparada con la que tenían hace 12 meses (0.30%), que fue la tercera al hilo; estos dos indicadores manifiestan la intranquilidad de las familias mexicanas por la pérdida de poder adquisitivo.
Al otro externo, el mayor incremento mensual se observó en el componente que corresponde a la condición económica del país dentro de 12 meses, respecto a la actual situación, con un alza de 3.91%.
Mayor optimismo
Para los analistas de Monex, existe mayor optimismo de los consumidores, pues las expectativas del consumo actual mantuvieron un moderado crecimiento, lo cual podría reflejarse en el desempeño de las ventas minoristas y en las perspectivas de ahorro actual y futuro.
El grupo financiero observa que la percepción de la dinámica inflacionaria podría presentar ajustes en los siguientes meses, derivado de la aceleración en la inflación, de 4.69% en mayo a 4.98% en junio.
Lo anterior, agregaron, considerando que si persisten las presiones inflacionarias, podría disminuir el optimismo de la situación económica del país y del consumo actual de los hogares.
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