El nombramiento de Rogelio Ramírez de la O como titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum es una ‘clara’ señal de continuidad de la política económica implementada por Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Sin embargo, también plantea importantes interrogantes sobre cómo lograr una consolidación fiscal efectiva sin incurrir en un déficit presupuestario, coincidieron analistas de Fitch y HR Ratings, consultados por EL CEO.
Dos días después de la elección presidencial, mientras aún Sheinbaum celebraba su triunfo en las urnas, Rogelio Ramírez de la O anunció a inversionistas que continuará en su cargo por “tiempo indefinido” en la SHCP. Para el director de deuda soberana de Fitch Ratings, Carlos Morales, el nombramiento básicamente se centra en que el proyecto de la nueva presidenta pretende seguir la línea económica de López Obrador.
No esperamos grandes cambios en cuanto a la política fiscal (…) la señal más fuerte de esto es el hecho de que hace algunos meses se había anunciado el deseo de que Rogelio Ramírez de la O continuara a la cabeza de Hacienda,
comentó Morales.
A pesar de que Ramírez de la O no inició el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, debido a que asumió el cargo en julio de 2021, la política fiscal ha mantenido su curso: no aumentar ni crear nuevos impuestos y destinar el gasto público a programas prioritarios. También ha sido una constante el endeudamiento interno de la actual administración.
Rogelio Ramírez de la O y el “factor estabilizador”
El director de Análisis Económico de HR Ratings, Félix Boni, dijo que la continuidad de Ramírez de la O manda dos mensajes: se percibe como un factor estabilizador para la economía mexicana y refleja un entendimiento claro de la necesidad de una consolidación fiscal.
No obstante, subrayó que los planes de consolidación fiscal de Hacienda implican una significativa reducción en el gasto de capital, lo cual plantea dudas sobre “la viabilidad de mantener inversiones estratégicas sin comprometer la estabilidad financiera”.
Boni mencionó que, aunque se podrían ver reducciones en algunos proyectos emblemáticos del nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum, es esencial no descuidar otras inversiones cruciales para el desarrollo del país. “Ellos están suponiendo (…) que vendría de una reducción muy fuerte”, agregó.
El director de Análisis Económico de HR Ratings recordó que, al final del mandato de Enrique Peña Nieto, los niveles de inversión de capital se encontraban muy por debajo de los que se tenían al inicio de su sexenio. Esta situación se debió en gran medida a la caída de los precios del petróleo y la reducción en la producción de Petróleos Mexicanos (Pemex), factores que impactaron severamente las finanzas públicas.
Para Boni, la administración de Claudia Sheinbaum deberá balancear cuidadosamente entre la austeridad fiscal y la necesidad de invertir en el desarrollo económico del país.
Fitch duda sobre la consolidación fiscal
Ramírez de la O es el encargado de coordinar los trabajos para proyectar que la deuda pública, en su medida más grande, cierre este año en 50.2% del Producto Interno Bruto (PIB) y se mantenga ese nivel en 2025.
Además, ha previsto que el déficit fiscal, en la medición más amplia, se ubique en 5.9% del PIB en 2024 y se reduzca a 3% del Producto para el próximo año. La disminución del déficit daría lugar a la consolidación fiscal que plantea Hacienda.
Carlos Morales comentó que en Fitch Ratings todavía tienen la duda de cómo se dará esta consolidación fiscal y si se dará en un solo año con 3 puntos porcentuales del PIB ya que “parecería ser algo elevado sin que tenga algún impacto fuerte sobre el crecimiento económico”.
“Hemos señalado que uno de los riesgos o desafíos de la nueva administración será justamente la consolidación fiscal luego de que el presupuesto de este año señalara déficit muy por encima de lo que habíamos observado en el pasado”.
El déficit fiscal, también conocido como los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), cerró el 2019 en 2.3% del PIB y para el 2023 se ubicó en 4.3% del Producto.
De acuerdo con el analista en HR Ratings, Ramírez de la O ha priorizado el equilibrio fiscal, lo que ha sido fundamental para mantener la estabilidad económica en tiempos de incertidumbre global, esto después de la pandemia y las tensiones en Medio Oriente y Europa.
La administración actual ha tenido que manejar estos desafíos mientras intenta mantener un equilibrio entre el gasto de capital y la sostenibilidad fiscal.
El primero en ser nombrado por Sheinbaum Pardo
Previo a las elecciones presidenciales ya se habían manejado versiones extraoficiales de la posible ratificación de Rogelio Ramírez de la O. Un día después al 2 de junio, AMLO informó en su “conferencia mañanera” que hubo un encuentro entre la presidenta virtual y el economista.
Horas después, la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, confirmó en un video que el actual titular de la SHCP se quedará al frente de la dependencia, ubicándose como el primer nombramiento oficial de la candidata ganadora de las elecciones 2024.
“Es un gran servidor público que da certeza del buen manejo financiero y económico, como le ha dado al presidente Andrés Manuel López Obrador y que también tendrá nuestro gobierno”, dijo en redes sociales.
Posterior al anuncio, el funcionario incluso ya tuvo un encuentro telefónico con inversiones.
Explicó que, en el tiempo que estará al frente de la secretaría, se “asegurará” de la reducción del endeudamiento generado “a niveles compatibles con una relación deuda-Producto Interno Bruto (PIB) sostenible a mediano plazo
“(Claudia Sheinbaum) me pidió que permaneciera en la SHCP, lo cual haré por un período indefinido”, dijo en un mensaje con una duración de apenas dos minutos.
A los inversionistas también informó de una colaboración más estrecha con Petróleos Mexicanos (Pemex), aprovechando el apoyo que se reflejará en el Congreso para optimizar el buen uso de los recursos públicos.
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