En el primer trimestre del año, el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos creció a un ritmo más lento de lo informado inicialmente, lo que es un reflejo de un menor gasto de consumo de bienes.

De acuerdo con la segunda estimación del indicador, la economía estadounidense aumentó un 1.3% anual en los primeros tres meses del año, por debajo del 1.6% calculado previamente, según mostraron las cifras de la Oficina de Análisis Económico publicadas el jueves.

El principal motor de crecimiento de la economía de la Unión Americana, el gasto personal, avanzó 2.0%, frente a la estimación anterior del 2.5%. Las altas tasas de interés, la disminución de los ahorros durante la pandemia y el menor crecimiento de los ingresos son algunos de los factores clave que pesan sobre los hogares y las empresas estadounidenses.

El gasto del consumidor se redujo debido a que los desembolsos en bienes, particularmente automóviles, fueron mucho más débiles, mientras que el gasto del gobierno federal se desaceleró y las importaciones aumentaron en comparación con la primera estimación. Además, las exportaciones netas restaron crecimiento al crecimiento por primera vez en dos años.

Pese a los resultados, los economistas continúan afirmando que la demanda se mantiene fuerte, incluso si la cifra general del PIB parece débil en comparación.

Los datos mensuales posteriores a marzo generalmente apuntan a una expansión económica continua, aunque ligeramente enfriada. Anticipamos aumentos continuos del PIB este año y un avance saludable en 2024 en general

dijo en una nota el economista de mercados financieros nacionales Oren Klachkin.

Otros componentes que impactaron en el PIB de Estados Unidos

Además de su segunda estimación del PIB, la Oficina de Análisis Económico también publicó el dato sobre el Ingreso Interno Bruto (GDI), su otra medida principal de la actividad económica. El indicador aumentó un 1.5% en el trimestre.

Asimismo, las ganancias ajustadas antes de impuestos cayeron 0.6%, la primera caída en un año, mientras que los beneficios después de impuestos como porcentaje del valor añadido bruto de las sociedades no financieras, una medida de los márgenes de beneficio agregados, apenas variaron, situándose en el 15.2%.

Respecto a la inflación, el Índice de Precios de los Gastos de Consumo Personal (PCE) aumentó a una tasa anualizada del 3.3% en el primer trimestre, ligeramente por debajo de la proyección inicial. Excluyendo alimentos y energía, el indicador PCE básico aumentó un 3.6%, frente al 3.7% de la estimación anterior.

Por otro lado, el crecimiento de la renta personal disponible aumentó hasta 1.9%, frente al 1.1% inicial. Esto puede ser un buen augurio para el gasto de los consumidores y el PIB en el futuro.

Con información de Bloomberg

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