El Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos aceleró a una tasa anualizada de 2.4% durante el segundo trimestre de 2023, superando así las proyecciones del mercado, según informó el Departamento de Comercio.
Los buenos resultados de la economía estadounidense se vieron apoyados en la resiliencia de los consumidores y las empresas frente a las altas tasas de interés. El gasto de los consumidores aumentó a un ritmo de 1.6%, más de los previsto, tras repuntar a principios de año.
La métrica de inflación subyacente preferida de la Reserva Federal (Fed, por su sigla en inglés) avanzó a un ritmo de 3.8%, más lento de lo esperado.
En los últimos meses, la economía de Estados Unidos ha mostrado claros signos de recuperación, y aunque los economistas se encuentran divididos sobre algunos datos económicos del país, se ha alimentado la esperanza de evitar una recesión.
Tras incrementar la tasa de interés en 25 puntos base, el presidente de la Fed, Jerome Powell, indicó que ya no pronostican una recesión en el país.
El índice de precios de gastos de consumo personal creció a un ritmo anualizado de 2.6% en el período de abril a junio, el menor avance desde los meses de cierre de 2020. Excluyendo alimentos y energía, el índice subió al ritmo más lento en más de dos años.
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Hogares resilientes
De acuerdo con los datos del PIB de Estados Unidos, el gasto en servicios aumentó 2.1% en su tasa anualizada, encabezada por la vivienda y servicios públicos, atención médica y servicios financieros.
El gasto por bienes aumentó a una tasa de 0.7%, luego de haber registrado el mayor incremento en casi dos años en el período anterior.
Por su parte, la inversión empresarial en estructuras siguió creciendo a un ritmo vertiginoso, impulsada por los esfuerzos para apuntalar la producción de las fábricas locales.
Asimismo, los desembolsos por equipos aumentaron a una tasa de 10.8%, la mayor en más de un año, luego de haber disminuido en los dos trimestres anteriores. También se aceleró el gasto en productos de propiedad intelectual.
Las ventas finales ajustadas por inflación a compradores domésticos privados, un indicador clave de la demanda subyacente, aumentaron un 2,3% después de un 3,2% a principios de año.
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Con información de Bloomberg