En los últimos años, los países latinoamericanos se han enfrentado a varios desafíos, económicos, sociopolíticos o geopolíticos. Sin embargo, el mercado de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) en la región ha demostrado resiliencia a estos efectos.
La transformación digital de las empresas ha cobrado relevancia con la finalidad de buscar eficacia en los procesos, incrementar la productividad y mejorar la satisfacción de los clientes.
Firmas como IDC afirman que durante el segundo semestre del año, la inversión tecnológica centrada en los negocios podría aumentar 12.6% en América Latina.
A pesar de que es más común los casos de éxito en la digitalización, todavía hay resistencia de algunas compañías al cambio tecnológico en América Latina y México no es la excepción.
De acuerdo con el estudio “Liberal el potencial de la economía remota”, elaborado por Economist Impact en alianza con DocuSign, esta postura podría pasarle factura a la región a largo plazo, frenando su crecimiento económico para 2030.
En un mundo cada vez más conectado, la economía remota ha desencadenado un auge en la productividad, convirtiéndose en un catalizador del crecimiento económico y la innovación, afirma el documento.
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México también se resiste al cambio
La investigación también revela que la digitalización ha favorecido la creación de una fuerza laboral más equitativa y diversa, que brinda nuevas oportunidades económicas a diferentes personas desde cualquier lugar.
El 74% de los ejecutivos mexicanos aseguran que la adopción del trabajo remoto, habilitado por la digitalización, ha hecho posible una mayor diversidad en su fuerza laboral.
En el caso específico de México, se estima un crecimiento de 9% hacia 2030, y la proyección señala una posible aportación de 3.1% al Producto Interno Bruto (PIB) en el mismo periodo con la digitalización de los empleos.
Por otro lado, la digitalización podría aumentar la participación laboral de las mujeres en México hasta en 8% para 2030, llegando a 52.7%. A nivel global para ese mismo año se incorporarán 25 millones de mujeres a la fuerza laboral.
Asimismo, se estima que para final de la década, se crearán 2.6 millones de puestos de trabajo en zonas rurales.
La adopción de la innovación tecnológica se perfila como una de las principales oportunidades de desarrollo en la región latinoamericana que tienen un alto potencial para destacar a nivel mundial.
El mayor obstáculo que Latinoamérica enfrenta para convertir en realidad su prometedora capacidad parece ser la resistencia al cambio, aliada a la ausencia de capacitación apropiada, que tiene su raíz en un miedo injustificado
recalca el estudio.