El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) dio a conocer que diversos indicadores divulgados recientemente reflejan una desaceleración de la economía mexicana a lo largo de los primeros meses del año.
De acuerdo con los analistas de la iniciativa privada, entre enero y abril se ha detectado un debilitamiento de los ingresos públicos, situación que ha coincidido con una reducción en el gasto público, siendo las de mayor publicación los localizados en las secretarías de Salud y Educación, de 24.8% y 7.6%, respectivamente.
Asimismo, otras entidades que han visto reducido el gasto son Trabajo y Previsión Social, 39.9%; Energía, 66%; Turismo, 50.8%; Bienestar, 1.7%; Petróleos Mexicanos (Pemex), 6.9%; y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), 23.8%.
Los estados y municipios también cuentan con afectaciones, ya que durante el periodo de enero a abril la suma de participaciones federales y aportaciones a estados y municipios fue 3.1% menor en términos reales respecto a igual cuatrimestre de 2022.
Durante los primeros cuatro meses del año, 24 de las 32 entidades federativas y sus municipios registraron disminuciones en los recursos proporcionados por las autoridades federales, lo que aunado a la desaceleración es un indicador de que deberán ajustar sus presupuestos.
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Problemas en el consumo
A través de su “Análisis Económico Ejecutivo”, el CEESP detalló que el debilitamiento económico de México también comienza a percibirse en un menor consumo. Un ejemplo es la reducción anual de ventas de 1.7% durante mayo a tiendas totales registrado por la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD).
Si bien es cierto que los datos arrojados hasta ahora indican que el Producto Interno Bruto (PIB) podría registrar un incremento de 2.0% para todo el año, el organismo del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) indicó que no necesariamente indica una reactivación sólida o continua de la actividad económica.
A fin de ilustrar este punto, si el nivel del PIB del primer trimestre se mantuviese sin cambio entre abril y diciembre, o sea, que se presentara un estancamiento total, su tasa de crecimiento para el año en conjunto sería de 2.2%. Incluso, si en cada uno de los trimestres que faltan el PIB reportara una caída de 0.1%, el avance anual sería de 2.0%
se resaltó en el informe.
En lo que respecta al personal ocupado, durante abril hubo un aumento de 0.1% en el comparativo mensual, sin embargo, la ocupación fue 0.3% menor respecto al cuarto mes del año pasado.