El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los miembros republicanos y demócratas del Congreso sostendrán una reunión esta semana para solucionar un enfrentamiento de tres meses sobre el techo de la deuda del país de 31.4 billones de dólares y de evitar un impago.
Biden tiene como objetivo aumentar el límite de endeudamiento autoimpuesto por el gobierno sin condiciones, sin embargo, Kevin McCarthy, presidente republicano de la Cámara de Representantes, dijo que su partido no aprobará ningún acuerdo que no reduzca el gasto para abordar el creciente déficit presupuestario.
El incumplimiento de pago sería algo histórico y se espera llegue el próximo 1 de junio, de acuerdo con el Departamento del Tesoro.
Los analistas no esperan que el acuerdo llegue de manera inmediata, y han advertido que un incumplimiento en el pago podría llevar a la economía estadounidense a una profunda recesión con un aumento en el desempleo.
La semana pasada, el senador republicano, Thomb Tillis, indicó que se encuentran en un momento complicado que se debe calmar a través del trabajo en conjunto.
Los observadores externos, incluidas personas que han participado en negociaciones fiscales anteriores y grupos de cabildeo empresarial, han presentado una gama de posibles compromisos que giran en gran medida en torno a extender el techo de la deuda más allá de las elecciones presidenciales de noviembre de 2024 y congelar el gasto.
Biden ha insistido durante meses en que elevar el techo de la deuda, una medida necesaria para cubrir los costos de gasto y los recortes de impuestos ya aprobados por el Congreso, no debe vincularse a las negociaciones presupuestarias.
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Un desacuerdo que no es nuevo
El líder republicano ha solicitado a los demócratas que ofrezcan su propio plan o den el visto bueno a un paquete aprobado por la Cámara, en el cual se impondrían recortes de gastos durante la próxima década y nuevos requisitos de trabajo a los receptores en los programas de beneficios a cambio de elevar el límite de la deuda a 1.5 billones de dólares.
Durante marzo, Biden propuso un presupuesto que tenía como objetivo reducir los déficits en 3 billones durante 10 años, mediante el incremento de impuestos a las empresas y personas que ganan más de 400,000 dólares al año.
Pero esta no es la primera ocasión que EU está cerca de caer en el incumplimiento de pago, en 2011 este panorama, con un gobierno dividido entre un presidente demócrata y un Senado liderado por republicanos, ya se había presentado.
En aquel momento, el Congreso finalmente se dio por vencido y evitó el incumplimiento, pero la economía soportó fuertes conmociones, incluida la primera rebaja en la historia de la calificación crediticia de primer nivel de los EU y una importante liquidación de acciones.
Si bien un incumplimiento pesaría en los mercados, incluso ya se está reflejando, el impacto sería mayor en la ciudadanía promedio con una disminución de sus ahorros para la jubilación, aumentos a la tasa de interés que afectarían los pagos mensuales de autos y casas, según dijo el senador demócrata Tim Kaine.
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Con información de Reuters