Durante 2022, el blindaje automotriz fue una de las industrias que mayor crecimiento registró, con una comercialización total de 3,500 unidades para todo el mercado nacional, es decir, tuvo un aumento de 8% respecto al año previo.
Los expertos del sector coinciden en que el aumento en la violencia que golpea al país ha provocado que cada vez más personas recurran a un vehículo blindado que les pueda otorgar mayor seguridad.
Cifras compartidas por la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores (AMBA), indican que el nivel III, que protege contra ataques con armas cortas, fue el de mayor demanda, con el 65% del total de unidades vendidas.
La segunda posición fue para el blindaje nivel V y el nivel IV ocupó el tercer puesto con 16% y 15%, respectivamente. Mientras que el otro 4% se dividió entre el resto de tipos de blindaje.
Si bien la AMBA cuenta con la participación de diversas empresas como Auto Safe, Autower, Ballistic Group, Wendler Blindajes Alemanes y Blindajes Epel, es la Transportadora de Protección y Seguridad (TPS) quien domina el mercado con el 65% de las ventas durante 2022.
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Un ejemplo del blindaje
En junio de 2020, el secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García, fue víctima de un atentado, del cual logró salir con vida gracias a que su vehículo contaba con un blindaje nivel V Plus.
Dicho equipamiento fue suministrado por la empresa Abate Autos Blindados, dirigida por José Ramó Abraham Matuk, quien explicó que este blindaje permite detener ataques con armas como la ametralladora AR-15 y municiones de hasta 7.62 x 51 milímetros, siempre y cuando se cumplan los estándares internacionales.
Esta compañía, representada por la Automotriz Internacional Polanco, es proveedora común del gobierno.
A pesar de no ser miembro de la AMBA, Ramón Abraham se ha posicionado como uno de los actores destacados en el sector.