Desde enero, las operaciones aéreas de la aeronave presidencial, de altos mandos militares y de la Guardia Nacional son prioritarias para el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), por lo que pasa a segundo plano tanto la carga como el tráfico de pasajeros, lo que generará altos costos tanto operativos como financieros.
Este desplazamiento deriva de la circular obligatoria emitida a finales de enero por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), en la cual se establece el procedimiento para otorgar prioridad a las operaciones militares en aeródromos civiles, como es el caso del AIFA.
Lo anterior significa que los concesionarios y permisionarios de aeródromos civiles, así como el proveedor de servicios de tránsito aéreo, deben priorizar la atención a operaciones aéreas militares conforme a las necesidades de mantener la integridad, estabilidad y permanencia del Estado mexicano.
Pablo Casas Lías, director del Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico Aeronáuticas (INIJA), advirtió de la gravedad de que el aeropuerto Felipe Ángeles priorice esas operaciones bajo un criterio con fines de uso mixto (aviación civil y militar), a pesar de que no existe una regulación nacional ni internacional que lo respalde.
Las normas de la aviación civil no se aplican a la aviación militar, son segmentos considerados por los organismos internacionales para funcionar debidamente separados, dado que son de naturaleza completamente diferente
puntualizó el especialista
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Operaciones militares, prioridad con costos
Si bien la circular establece que todos los aeródromos nacionales deben priorizar las operaciones aéreas militares, en el caso del AIFA se da en un momento en el que el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó que la carga aérea migrara desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), además de impulsar el tráfico de pasajeros en el nuevo aeropuerto.
Esto aunado al hecho de que, contrariamente al discurso oficial, sí existe actualmente una aeronave presidencial de ala fija identificada como (AP-01) y, otra de ala rotativa identificada como (HP-01).
Para Casas Lías, el impacto para los operadores de carga y las aerolíneas comerciales de que el AIFA sea un aeródromo mixto con prioridad en operaciones militares radica en cuestiones operativas y financieras, sobre todo en un contexto en el que el AIFA no es el aeropuerto de principal atractivo para estos operadores y concesionarios.
Todo lo anterior, aunado a que el aeropuerto es la principal base de la Fuerza Aérea Militar, por lo que ante desastres naturales en el país, por ejemplo, al ser prioritarias las acciones militares de rescate, salvamento y ayuda, las operaciones de vuelos comerciales y de carga se tendrían que suspender, por lo que los costos serían cuantiosos.
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Circular, con impacto en el PIB
Para el especialista, todo lo que se deje de percibir por el transporte de pasajeros aéreos, ya sea a nivel nacional o internacional, afectará directamente en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
Esto, debido a que el tráfico de pasajeros ya sea por negocios o turismo, generan ingresos por actividades ligadas como el consumo en restaurantes, la reservación en hoteles y el uso de taxis, además de otros que genera la carga.
Todo eso va a repercutir en el PIB, porque al trasladar toda la operatividad de carga del AICM al AIFA, además de un fragmento de tráfico de pasajeros, eso se traduce en dejar de percibir, con la consecuente afectación del PIB
agregó Casas Lías
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