Ante la renuncia de la titular de la Secretaría de Economía (SE), Tatiana Clouthier, el presidente Andrés Manuel López Obrador defendió la postura que ha tomado su gobierno ante el Tratado Entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en materia energética.
En conferencia de prensa desde Palacio Nacional, el titular del Ejecutivo aseguró que los propios funcionarios estadounidenses le han hecho saber que no tienen intenciones de inmiscuirse en las leyes del país, pues es algo que no les compete.
No tienen ellos intenciones de cambiar leyes, porque no les corresponde. Son leyes nuestras y somos un país independiente, libre y soberano
comentó López Obrador.
#ConferenciaPresidente | Jueves 6 de octubre de 2022 https://t.co/pl0GvGPIXY
— Gobierno de México (@GobiernoMX) October 6, 2022
Además de resaltar que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha mostrado respetuoso con las leyes internas de México, criticó que los adversarios internos sean más antipatriotas.
Al ser cuestionado sobre los rumores que indican que Estados Unidos se esperará para negociar los temas energéticos con la próxima administración, el mandatario mexicano dijo que aún falta mucho para eso e insinuó que las negociaciones podrían ser aún más complicadas con el nuevo presidente.
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México, en disputa con sus socios
La política energética tomada por López Obrador ha causado escozor entre las naciones pertenecientes al T-MEC, al considerar que viola lo planteado en el tratado trilateral, por lo que actualmente México enfrenta dos disputas impulsadas por Washington y Ottawa.
Las conversaciones para resolver una disputa entre Estados Unidos y México sobre políticas energéticas del país y bajo los estándares del T-MEC, se extenderán más allá de un periodo de consulta inicial, mientras las partes dirimen sus diferencias, según tres funcionarios familiarizados con el asunto.
En julio de este año, la oficina de la Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) fue la encargada de solicitar las consultas, alegando que las políticas del gobierno mexicano discriminaban a las empresas estadounidenses.
De acuerdo con lo planteado en el tratado comercial, si una queja de este tipo no se soluciona en 75 días de consultas, se puede recurrir a un panel de disputas para dar revisión a los reclamos, lo que podría traer la implementación de aranceles como represalia.
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