Las acciones de Bachoco han caído drásticamente en cinco años, razón que llevó a la empresa a solicitar a inicios de este año su desliste de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), un proceso que está en suspenso.
Bachoco tocó un máximo histórico en la BMV de 102 pesos en octubre de 2017. Desde entonces, las acciones acumulan una caída de 22% respecto a ese precio, hasta el cierre del viernes de la semana pasada.
La compañía avícola debutó en la BMV en diciembre de 1997; sin embargo, los mejores años los vivió en la década pasada al tener un repunte importante en su valor de mercado.
Pese a que Bachoco ha fortalecido su negocio con fusiones y adquisiciones en el último lustro, el precio de sus acciones se estancó y la familia controladora busca el desliste tanto en México como en Estados Unidos.
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La novela de Bachoco con accionistas
FTI Capital Advisors publicó un estudio en el que determina que el precio de la Oferta Pública de Adquisición (OPA) que la familia Robinson Bours pretende lanzar por el 27% de las acciones de Bachoco que no posee, es justo desde un punto de vista financiero.
El comité de Bachoco considera que el precio de la oferta es justo para los accionistas, y lo hará del conocimiento del consejo de administración en pleno para que este, a su vez, emita su opinión, en términos de lo previsto por el artículo 101 de la Ley del Mercado de Valores y demás disposiciones aplicables
se lee en el documento.
Los Robinson Bours comunicaron al público inversionista el 25 de marzo de este año la intención de adquirir los títulos de la empresa a un precio de 81.66 pesos, lo que causó molestias entre accionistas minoritarios.
Un grupo de fondos de México y Estados Unidos con participación en la compañía expresaron a través de una carta enviada a la administración de Bachoco que el precio establecido para la OPA está muy por debajo de su valor real en libros.
Esto, a pesar de que el precio de la OPA tiene una prima 20% mayor respecto a la cotización de las acciones de Bachoco en marzo. De hecho, la firma Tweedy, Browne, que es dueña de 2% de las acciones de Bachoco, considera que el valor justo de la OPA sería de entre 120 y 140 pesos, 80% mayor al establecido.
FTI Capital Advisors subrayó que la decisión de cada accionista sobre si participar o no en la potencial OPA es personal y depende de circunstancias particulares. Pero los accionistas mayoritarios necesitan, al menos, 95% del capital social para seguir con el desliste.
La OPA se ha retrasado porque no ha obtenido el aval de las autoridades correspondientes.
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Bachoco, castigada por el mercado
Al igual que otras empresas que en los últimos años han solicitado el desliste de la BMV, Bachoco es una acción poco bursátil, es decir que casi no es operada, y por eso está por debajo de su valor real.
El mercado nunca le asignó el valor adecuado a Bachoco, siempre la tuvo con un castigo. Al final del día los números son bastante buenos, nunca ha tenido un problema serio la empresa
comentó Carlos Hermosillo, analista de consumo independiente.
Bachoco es una empresa integrada verticalmente, con operaciones en México y Estados Unidos. En las últimas dos décadas concretó una serie de compras como la de Mezquital del Oro en 2007, OK Foods en 2011 y RYC en enero de este año.
Sobre la OPA, Hermosillo consideró que el valor de las acciones de Bachoco deberían estar en un mejor nivel, por arriba de los 100 pesos, pero el precio de 140 pesos que refiere Tweedy, Browne es demasiado alto.
Sanborns y Monex, casos parecidos
En lo que va de 2022, Grupo Sanborns, Monex y Aeroméxico son otras empresas solicitaron la cancelación del registro de sus acciones para que el total de acciones quede en manos de los controladores, pues también han perdido valor en el mercado.
Sanborns acumula una caída de 14% respecto al precio que se estableció en su Oferta Pública Inicial (OPI) de 2013, mientras que Monex pierde 13.6% en comparación de su precio de salida de 2010.
Desde 2019 suman 16 empresas mexicanas que ya no ven razones para seguir cotizando en el mercado bursátil, algo que también está relacionado con las condiciones económicas del país.
Si el crecimiento de la economía es bajo, esto vuelve a México menos atractivo para los inversionistas y hay menos demanda por acciones en bolsa, hay menos liquidez y es más difícil comprar o vender
explicó Almudena Ruíz, directora de gestión de renta variable en Finamex.