El impacto de la inflación alcanzó al comercio minorista durante junio, principal indicador del consumo de las familias del país que se contrajo después de una racha de 10 meses de crecimientos consecutivos.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los ingresos de los establecimientos del comercio al por menor disminuyeron 0.32% en el sexto mes del 2022, respecto a mayo pasado.
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Esta contracción de uno de los sectores pilares de las actividades terciarias es la primera desde julio del 2021, cuando se registró una baja de 0.25%.
Efectos colaterales
El principal problema que enfrenta no solamente el sector terciario sino todo el embalaje económico de México, es la inflación que en julio se ubicó en 8.15% anual, el mayor nivel en más de 21 años.
El efecto directo de la inflación es restar poder de compra a los hogares mexicanos, aunque también ocasiona un impacto que merma la demanda: alza en la tasa de política monetaria del Banco de México (8.50%), que inhibe el financiamiento al consumo.
Por rama económica, de las 22 que considera el comercio minorista, 15 presentaron reducciones en sus ingresos.
Las caídas más pronunciadas se observaron en los establecimientos dedicados a:
- Bebidas, hielo y tabaco (9.72%)
- Automóviles y camionetas (3.62%)
- Tiendas departamentales (3.11%)
- Tiendas de autoservicio (2.44%)
