La fortaleza laboral que se dibuja en Estados Unidos provocó que los ingresos por remesas en México, importante detonador del consumo privado, repuntaran durante junio pasado.
Durante el sexto mes del 2022, las remesas sumaron 4,829 millones de dólares, lo que significó un máximo histórico y un aumento de 1.64% respecto a mayo pasado, tras registrar una caída previa de 1.40%, según datos desestacionalizados del Banco de México (Banxico).
Este incremento mensual responde al dinamismo que presentó en dicho periodo el mercado laboral estadounidense, cuya importancia radica en que alrededor del 95% de estos ingresos proviene de la Unión Americana.
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De acuerdo con datos ajustados por estacionalidad del Departamento del Trabajo del país vecino del norte, el número de desempleados cayó 0.64% a tasa mensual.
Es decir, los desocupados estadounidenses pasaron de 5.95 millones de personas en mayo de este año a 5.91 millones en junio.
Esfuerzo de connacionales
El ingreso de remesas en México manifiesta el comportamiento de los connacionales en territorio gringo. Por ejemplo, la disminución mensual de 1.40% en mayo respondió al incremento de 0.15% de los desocupados en Estados Unidos.
Gran parte del dinamismo que presentan las remesas se debe tanto al esfuerzo de los connacionales como los apoyos fiscales por parte del gobierno estadounidense que se dieron para reactivar su economía y de la competitividad del dólar frente al peso.
Es importante destacar que las remesas fortalecen, mediante el consumo, la demanda interna de México, siendo el sustento de una gran cantidad de hogares y contribuyen al desarrollo de comunidades al incrementar la capacidad de compra, según Banxico.
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Fase recesiva
Sin embargo, el comportamiento positivo del empleo estadounidense no se refleja en la totalidad de la economía estadounidense, ya que el segundo trimestre del año se ubicó en un escenario recesivo.
Según la primera estimación de la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio, el Producto Interno Bruto (PIB) del país vecino del norte registró una caída de 0.9% a tasa anualizada, con ajuste estacionario, en el periodo abril-junio del 2022.
Esta disminución es la segunda de forma consecutiva, tras la baja de 1.6% en el primer trimestre, dando como resultado una fase recesiva de la economía más grande del mundo.
Riesgos para las remesas
Para Grupo Financiero Base, existen riesgos en el corto plazo, como la elevada inflación en Estados Unidos y las contracciones consecutivas que presenta la economía norteamericana.
Por un lado, la elevada inflación está limitando la capacidad de consumo de la población en Estados Unidos, lo que puede frenar el crecimiento de las remesas
aseguró Base.
De confirmarse una recesión, el grupo financiero no espera que la Reserva Federal adopte una postura ampliamente flexible y el gobierno tiene menos espacio para adoptar política fiscal expansiva.
“Por este motivo, existe un mayor riesgo de que el crecimiento de las remesas se estanque e inclusive que se observe un declive”, aseveró.