El Banco del Bienestar fue la entidad financiera que cerró el 2021 con el mayor nivel de morosidad entre las instancias que conforman la Banca de Desarrollo, lo que la pone en una situación de mayor riesgo de insolvencia.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el Índice de Morosidad (IMOR), que muestra el nivel de cartera vencida o aquellos créditos que presentan impago por tres meses consecutivos, fue de 3.03% a diciembre de 2021 en la Banca de Desarrollo, lo que significó 1.63 puntos porcentuales más que un año atrás.
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En este índice, el Banco del Bienestar, la institución dedicada principalmente a dispersar los recursos de los programas sociales del gobierno, presentó un IMOR que repuntó en 16.79 puntos porcentuales a 35.46%.
El problema de este banco es que, en lugar de impulsar a la formación de empresas, capacitación y fondeo para intermediarios financieros, solo está destinando recursos para construir sucursales
dijo Enrique Díaz-Infante, director del Sector Financiero y Seguridad Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY)
Díaz-Infante cuestionó la viabilidad de la entidad como banco de desarrollo, tanto por los niveles de cartera vencida, como por la suspensión del otorgamiento de nuevos créditos, y una vocación poco definida entre el primer piso (los créditos directos) y el segundo piso (los créditos a intermediarios financieros para que los den a empresas).
Banca de desarrollo hila segundo año con pérdidas
La banca de desarrollo hiló su segundo año con pérdidas en 2021, mientras el crédito otorgado se contrajo en medio de la crisis que detonó la pandemia de COVID-19. Para la etapa de recuperación económica, deberá complementarse con la banca múltiple para apoyar a empresas.
Al cierre de diciembre, los seis bancos de desarrollo reportaron una pérdida neta conjunta de 1,366 millones de pesos, una disminución de 29.9% en términos reales respecto a los datos al término de 2020, según datos de la CNBV.
Las entidades con números rojos fueron Nafin, Bancomext y Banco del Bienestar, con pérdidas netas de 6,668 millones de pesos, 2,462 millones y 217 millones, respectivamente.
En tanto, Banjército, Banobras e Hipotecaria Federal lograron utilidades netas por 4,421 millones de pesos, 2,347 millones y 1,211 millones, respectivamente.
Cartera de crédito cae 9.3%
Al cierre de diciembre, los seis bancos de desarrollo registraron una cartera de financiamiento total de 1.05 billones de pesos en conjunto, lo que significó una caída de 9.3% en términos reales respecto al año previo, según la CNBV.
El resultado se debió a una disminución de la cartera comercial por una reducción en los créditos a las entidades financieras y a empresas, informó el regulador.
Al interior de la cartera comercial, el crédito a empresas disminuyó 7.9% anual en términos reales, a 399,112 millones de pesos; mientras el saldo de la cartera de entidades financieras cayó 21%, a 247,040 millones; y a entidades gubernamentales retrocedió 1% anual real, a 348,413 millones de pesos.
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La cartera de consumo cayó 7.9%, a 39,828 millones y la de vivienda descendió 9.4%, a 10,454 millones de pesos.
En un contexto de crisis económica, es normal que la banca de desarrollo lo refleje en sus utilidades y en cartera vencida, aunque es deseable que no se dispare.
comentó el especialista del CEEY.
Complementar a la banca múltiple
La banca de desarrollo busca atender fallas de mercado al fondear proyectos socialmente rentables, pero poco atractivos para la banca comercial, lo que debe resultar en la generación de empresas y empleos, un factor importante en la recuperación económica pospandemia.
Valdría la pena preguntar qué es lo que queremos de la banca de desarrollo porque tendría que estar entrándole a proyectos riesgosos pero eventualmente rentables, su rol debe ser el segundo piso, buscar adicionalidad (crear empresas) y capacitar
mencionó en entrevista el especialista del CEEY.
Agregó que la banca de desarrollo debe complementarse con la múltiple para apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), ya sea al acercar fondeo o mitigar los riesgos con programas de garantía, cubriendo una parte de los créditos otorgados.
Recientemente la Asociación de Bancos de México y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público anunciaron un plan de créditos por 10,000 millones de pesos para impulsar a mipymes afectadas por la contingencia sanitaria, aunque aún no terminan de afinar los detalles para su otorgamiento.