La feria de tecnología más importante del mundo llegó a su fin dejando un vistazo de algunos desarrollos que pueden cambiar nuestras vidas en los siguientes años.
Durante los tres días que duró el Consumer Electronics Show 2022 (CES), vimos desfilar toda clase de avances tech de diversas marcas que sorprendieron por su innovación y visión de un futuro marcado por gadgets inteligentes, vehículos sustentables y dispositivos de entretenimiento inmersivos.
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En el lado del sector automotriz destacó la presencia de marcas como VW, General Motors, Chevrolet y hasta Sony, que presentó una nueva versión de su modelo Vision – S.
Sin duda, la automotriz que se llevó todo el reconocimiento fue BMW con el auto eléctrico BMW iX M60 que cuenta con la particularidad de poder cambiar de color gracias a su carrocería cubierta con una película de tinta eléctrica. El automóvil puede ir de negro a blanco (y algunos tonos de grises) en cuestión de segundos.
Otro lanzamiento, que no llamó tanto la atención, fue el tractor autónomo de la empresa John Deere. Este vehículo tiene 6 cámaras estereoscópicas integradas y GPS para calcular las distancias y evitar obstáculos.
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Tecnología vanidosa vs tecnología práctica
Ambos vehículos son dos caras de la tecnología. Por un lado, tenemos un tractor que ahorrará horas de trabajo a los agricultores que puedan adquirirlo y aumentará las cantidades de producto alimenticio que serán recolectadas. Un granjero armado de este desarrollo será más rápido, productivo y recibirá más dinero por su trabajo.
Y tenemos la creación de BMW, que más allá de fines estéticos no tiene un uso funcional. Solo es un despliegue de qué tan lejos puede llegar una marca en su carrera tecnológica.
Lo único que se me ocurrió hacer con el iX M60 cuando lo vi fue asaltar un banco y usarlo para la fuga. A mitad de la persecución policiaca simplemente cambió el color y listo, irreconocible.
Si miramos los lanzamientos de la CES 2022 encontramos que mucho de lo que se presentó no tiene una utilidad real en transformar nuestras vidas de forma contundente.
Sí claro, los smartphones son más pequeños, las televisiones tienen mejor definición y las laptops son más veloces y con mayor capacidad de procesamiento. Nada que no esperáramos o que nos impacte profundamente en cómo vivimos.
Por eso me encantó el Labrador Retriever Robot desarrollado por Labrador Systems, empresa ubicada en California.
Es una construcción con forma de caja con ruedas (imagínate algo como el carrito de los postres en un restaurante) que puede llevar objetos de un lado a otro dentro de una casa. Desde una charola con vasos y platillos hasta una carga ligera de ropa.
Parece algo muy sencillo, pero para quien vive con una discapacidad y no puede cargar cosas o tiene miedo de caerse al hacerlo, el Labrador es un artículo que puede mejorar notablemente la calidad del día a día de las personas.
Es un ejemplo de lo que considero la prioridad de cualquier tecnología. Ayudar a que nuestras vidas sean cómodas, sencillas y sin límites.
Como usuarios de estos dispositivos y productos necesitamos menos algoritmos y más bienestar. Que haya menos viajes al espacio en un intento de “ser los primeros en hacerlo” y se fomente la creación de tecnología que nos ayude a superar adversidades.
Se tiene que privilegiar la creación de artilugios que nos complementen como seres humanos y expandan nuestros límites físicos.
La tecnología puede y debe existir para hacernos extraordinarios.