En medio de las tensiones en Europa por la amenaza de una posible invasión por parte de Rusia a Ucrania, los precios del gas están a punto de registrar sus máximos históricos; ayer se registró un aumento de 10%, de acuerdo con The Guardian.
Esto ha beneficiado a Gazprom, la empresa energética del gobierno ruso que normalmente abastece con un tercio de la demanda europea, pero cuyo flujo de gas cayó a su nivel más bajo en seis años este noviembre.
La compañía reportó ingresos netos récord de julio a septiembre, de acuerdo con el diario británico; además espera incluso mejores resultados para el cuarto trimestre del año.
Un arma política
Asimismo, Europa ha acusado a Rusia de utilizar el gas como arma política, mismas que Moscú ha negado.
De hecho, un recorte en el suministro ruso que afectó los precios de la energía en la región entre julio y octubre ha empujado a los líderes de los 27 a plantear reformas para lograr una autonomía energética.
Entre las medidas, se encuentra la posible creación de un mecanismo de compra colectiva de gas para fortalecer la posición del bloque frente a los proveedores.
Por su parte, los proveedores de gas ruso han asegurado reiteradamente que están en estricto cumplimiento de sus contratos.
El G7 advirtió a Moscú de que pagará un alto costo si comete cualquier acto hostil en Ucrania, aunque no precisaron qué tipo de sanciones adoptarían.
Gasoducto Nordstream 2
Un elemento clave en el conflicto es la aprobación del gasoducto Nordstream 2, que duplicaría los envíos de gas desde Rusia hasta Alemania, pero reduciría o hasta eliminaría los envíos a través de Ucrania.
Cabe destacar que Kiev depende de los ingresos por el derecho de paso del gas ruso por su territorio y los países occidentales se han comprometido a dar su respaldo en esta situación.
Estados Unidos ha presionado a Alemania a no conceder el permiso del gasoducto Nord Stream 2, que va de Rusia a Alemania sin pasar por Ucrania, pues creen que podría facilitar una invasión a este país.
Además, el canciller alemán Olaf Scholz aseguró que su gobierno “hará todo lo posible” para garantizar que el gas natural continúe fluyendo a través de Ucrania.
Tensiones por el gas
Por su parte, el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, amenazó de nuevo con cortar el tránsito de gas ruso a Europa si esta impone a Minsk sanciones que afecten críticamente la economía del país.
“Si las sanciones que imponen o impondrán en el futuro nos ponen en una situación de emergencia, y no tenemos otra solución que responder a sus sanciones, utilizaríamos también esta fuerte medida”, declaró el mandatario a un canal de televisión turco, citado por la agencia BELTA.
A mediados de noviembre, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ya había alertado a su homólogo bielorruso de que el cierre del tránsito del gas “supondría un gran daño al sector energético de Europa y no ayudaría al desarrollo de nuestras relaciones con Bielorrusia”.
Lukashenko, quien es objeto de críticas y condenas desde las elecciones presidenciales de agosto de 2020, en las que fue declarado vencedor por amplio margen pese a las denuncias de fraude, aseveró este lunes que no pide a ningún país que reconozca su legitimidad como presidente.