La oficina de prensa de la Casa Blanca publicó un comunicado que contiene el plan de la administración de Joe Biden y Kamala Harris para combatir la corrupción al interior de sus país, así como en el extranjero.
Tendremos un objetivo especial para enfrentar la corrupción (…) Tomaremos medidas enérgicas contra los paraísos fiscales y el financiamiento ilícito que contribuyen a la desigualdad de ingresos, financian el terrorismo y generan daños perniciosos de influencia extranjera
indica el comunicado.
Para ello planean seguir algunas líneas de trabajo que parten de un Memorando de Estudio de Seguridad Nacional (NSSM) y es una revisión interinstitucional de 200 días que culminará en un informe y recomendaciones para combatir la corrupción e ilícitos relacionados.
Algunas de las recomendaciones consideran identificar y establecer nuevas estructuras y personal, y mejorar el análisis de inteligencia.
Para frenar las finanzas ilícitas dijeron comprometerse a “brindar transparencia a los sistemas financieros estadounidenses e internacionales, incluso reduciendo el secreto financiero en el extranjero, incautando activos robados y haciendo que sea más difícil para quienes roban esconderse detrás del anonimato”.
Además el NSSM ordena establecer un registro de “beneficiarios reales” para limitar las empresas fantasma.
Considera mayores sanciones a responsables por medio del “fortalecimiento y la construcción de sanciones anticorrupción específicas bajo la Ley Global Magnitsky y autoridades similares; y reforzar las acciones de ejecución penales o civiles”.
En el mismo punto agrega que es necesario aumentar el apoyo para desarrollar la capacidad de la sociedad civil, los medios de comunicación, los organismos estatales y locales, los socios internacionales y otros actores de supervisión y rendición de cuentas.
A nivel internacional prevén trabajar con socios internacionales “ de ideas afines” a través de la ONU, el G7, el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y organismos similares.
Buscan también la “asistencia exterior”, al generar mejores prácticas y medidas de cumplimiento dentro de los programas de asistencia extranjera y cooperación en seguridad.
En días pasados, la administración de Biden también informó que aumentará el financiamiento a la agencia para ayuda al desarrollo (USAID) el próximo año, y que mantendrían los apoyos a organizaciones que “promueven la democracia, combaten la corrupción y “el creciente autoritarismo”
Entre las organizaciones a las que da financiamiento este programa se encuentran Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), la cual fue señalada por el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador como opositora a su administración.
El gobierno mexicano emitió una nota diplomática pidiendo se suspendiera el financiamiento pues consideran que “el financiamiento a actores políticos va en contra de las relaciones de respeto mutuo y no intervención entre ambos gobiernos”, dijo el presidente mexicano en su conferencia matutina del 7 de marzo.