México acusó a la española Zara y a otras dos marcas internacionales de moda de apropiarse indebidamente de diseños de comunidades indígenas del sur del país en algunas de sus prendas y dijo que buscará que estas sean retribuidas.
La Secretaría de Cultura informó en un comunicado que se había puesto en contacto con Inditex, dueña de Zara, Anthropologie, de la estadounidense URBN brands, y Patowl, buscando una explicación sobre el uso comercial que han hecho de patrones y elementos culturales de diversas comunidades oaxaqueñas en sus creaciones.
El llamado a Zara, la única acusada además de copiar, es por su vestido identificado como “midi de escote pico y manga corta”, el cual “toma elementos de la cultura mixteca, del municipio de San Juan Colorado, Oaxaca, donde el huipil tradicional forma parte de la identidad de las mujeres”, según el gobierno mexicano.
Reuters solicitó comentarios a las tres compañías sobre los señalamientos, pero no respondieron de inmediato.
No es la primera vez que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador pide rendir cuentas a grandes firmas por explotar comercialmente elementos distintivos de la cultura mexicana en creaciones que van desde ropa hasta sillas, como pasó en 2019 con la casa francesa Louis Vuitton.
La diseñadora venezolana Carolina Herrera y, más recientemente, la francesa Isabel Marant también se han enfrentado a los cuestionamientos de la Secretaría de Cultura.
El gobierno informó que sostuvo una primera reunión con Marant en diciembre, previa disculpa pública de su parte. “Se propuso una ruta de trabajo en favor de los derechos colectivos de las comunidades indígenas, respecto al tema de moda ética”, dijo entonces en un comunicado.
Las autoridades mexicanas han reiterado la importancia de que las marcas internacionales, en especial las textiles, trabajen de la mano con las comunidades originarias para diseñar nuevos mecanismos de trabajo donde ambas partes puedan salir beneficiadas.
Con información de Reuters